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Apolítico

Soy un joven estudiante de 16 años. Los adultos creen que porque somos chavalos no debemos meternos en la política porque esos asuntos no son para nosotros.

Yo opino que se equivocan, porque nosotros somos los futuros hombres y mujeres de Nicaragua y por lo tanto debemos estar al tanto de lo que acontece en el país y aprender a diferenciar entre lo bueno y lo malo. Por ejemplo, a mí unos me dicen que el tiempo del sandinismo fue el más terrible que sufrió el país y que los sandinistas son unos asesinos o los malos de la película. Pero por otro lado también me dicen que todo lo anterior es falso y que los sandinistas son buenas personas.

Sin embargo, digan lo que digan yo sólo puedo creer en 3 personas:

Dios: Que siempre está conmigo en las buenas y en las malas.

Mis maestros: Que me han enseñado todo lo bueno que sé.

Yo mismo: Porque si yo no confío en mí, entonces ¿quién confiará?

Creyendo esto es que he llegado a la conclusión de que: “No me importa quiénes son más buenos, si estas o aquellas personas. Lo que sé es que los políticos del país, sin excepciones, son todos iguales, lo único que buscan es propaganda para ganarse la confianza del pueblo, hacen promesas y más promesas para obtener su poder y luego las olvidan”.

Los felicito por ser un periódico que no apoya la corrupción y ser siempre leal con el humilde pueblo de Nicaragua. Y a los lectores les digo que “Sólo el pueblo, salva al pueblo”.

LUIS GABRIEL JARQUIN

Bo. Larreynaga, frente a la Gallera.

Tel.: 2-481612.   

Editorial
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