CELSO MARTINEZ [email protected]
SAN ANTONIO DE KUSKAWAS.– Con el objetivo de reforzar policialmente los límites de la Región del Triángulo Minero, la Policía Nacional de este departamento, designó en forma permanente un contingente de agentes del orden, ante las gestiones realizadas por los diferentes sectores de la población; las 5 comisiones de prevención al delito y las realizadas por el capitán Leonel Valle, jefe policial de La Dalia.
San Antonio de Kuskawás, es una comarca que se ubica a unos 24 kilómetros al noreste de Rancho Grande, municipio de Matagalpa y a 250 de la capital Managua, habiéndose identificado como tierra de nadie por los múltiples combates que en su territorio se produjeron durante y después de los gobiernos somocista y sandinista.
Con los problemas de los grupos armados en el sector del Triángulo Minero más las acciones de las bandas delictivas disgregadas en los municipios vecinos, las comisiones de prevención al delito, intensificaron sus pedimentos de tener mayor presencia militar y policial, ya que no confiaban en aquellos ex RN que un día manifestaron ser sus defensores y al final luchaban por intereses particulares.
La llegada de este contingente policial, que se disgregara por toda la comarca, está al mando de un oficial e integrada por policías voluntarios, escogidos por la población misma y cuyo salario una parte la hará el gobierno y otra la comunidad.
El mando central de este contingente dependerá de los jefes policiales de Racho Grande y La Dalia, bajo los controles directos de la jefatura departamental de Matagalpa.
Es la primera vez, en su historia de existencia, que esta comarca cuenta con una policía que les garantizará el orden, pese a que no cuenta con muchos centros de diversiones, existiendo únicamente un salón de billares en todo el poblado.
Sus pobladores fueron testigos de las acciones delictivas que cometieron los grupos de elementos armados, específicamente los jefeados por Vicente Blandón Cantarero, conocido en las filas de la ex RN como “El Cadejo”.
En este mismo lugar se logró el desarme de “El Cadejo”, e irónicamente, como parte de sus demandas, pedía un proyecto de electrificación para “mi pueblo”, pero por razones particulares del propio “Cadejo”, la planta eléctrica que le fue dada a ese pueblo, se la llevó con rumbo desconocido para los pobladores pero que las autoridades sospechan de su paradero sin que se haya hecho nada por recuperarla.
El tendido eléctrico y los postes que se habían colocado para la distribución de la energía, han sido arrancados por los mismos habitantes y en algunos sectores sólo ha quedado el recuerdo, que durante dos meses este poblado tuvo servicio de energía eléctrica.
Kuskawás carece de un sistema de comunicación telefónica y con una vía de acceso terrestre apta sólo en tiempo seco.
También se dejó inaugurado el local donde permanecerán los agentes del orden, cuya construcción fue producto del esfuerzo de la comunidad, Alcaldía municipal de Rancho Grande, Gobierno Central y la Policía misma, habiéndose contado con la presencia del viceministro de Gobernación, Salvador Cuadra; el jefe en funciones de la Policía departamental de Matagalpa, subcomisionado Luis Cañas Novoa; el vicealcalde de Racho Grande, señor Miguel Alcides Martínez Calderón y del cura párroco de Rancho Grande, Teodoro Custer e invitados especiales.