- Pedro Solórzano es el nuevo presidente de los conservadores
- Intercambios de críticas en dis cursos de Noel Vidaurre y Ernesto Leal
- Pocos votos conservadores, nada de contrapropuestas de candidatos, lista de candidatos ya estaba hecha y entregan 7 cargos al MDN
JOSE ADAN [email protected]
El Partido Conservador eligió a su nueva Junta Directiva durante una kilométrica convención donde los resultados de la elección fueron conocidos de antemano y en la que resultó electo como presidente de este partido, el candidato a alcalde de Managua, Pedro Solórzano.
La Convención del Partido Conservador, realizada ayer en el Gimnasio del Colegio Americano, en Managua, se caracterizó por la poca utilización del voto de los convencionales para elegir a la nueva junta directiva y por las pocas antepropuestas de candidatos a dichos cargos.
Antes de la elección de la nueva junta directiva, que presidió por 33 meses el diputado conservador Noel Vidaurre, ya existía una lista de 22 nombres que manejó el secretario político del Partido Conservador, Luis Gerardo Robleto y que fueron electos casi por “aclamación general”, a excepción de una secretaría que fue el único cargo que se eligió por la vía de los votos.
En otros tres casos en que se propusieron candidatos que no estaban en la lista elaborada de antemano, éstos declinaban públicamente a competir.
Entre los 22 propuestos para los 22 puestos de la junta directiva habían 8 miembros del recién fusionado Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN), de los cuales 7 resultaron electos directivos conservadores, entre ellos Alfredo Guzmán como segundo vicepresidente y Ernesto Leal como Secretario de Asuntos Nacionales. También se ratificó al ex presidente del INDE, William Báez, como Secretario de Relaciones Empresariales.
Tanto Vidaurre, como Leal, Solórzano y a cuanto miembro del Partido Conservador se le preguntara el porqué de este sistema de elección “masiva”, todos sin excepción contestaron que no veían problemas en ello, que era algo muy legítimo y democrático, y que si no había mucha competencia era porque existía una especie de “consenso general” para elegir.
Aunque los discursos de Leal y Vidaurre coincidieron en criticar duramente los acuerdos entre los partidos FSLN y PLC, también hubo críticas que en cierto momento generaron un ambiente de tensión entre las barras “originales” de los conservadores que gritaban vivas a Vidaurre, y las “ex MDN” que gritaban “Ernesto…, Ernesto”.
Leal en su discurso llamó al Partido Conservador, que anunció pláticas con la Resistencia y el Movimiento de Unidad Cristiana, a estar conscientes que “deben modernizarse, deben perfeccionarse, ajustarse a los nuevos tiempos”.
Posteriormente dijo que estaba completamente seguro que el pueblo votante iba a respaldar “y quiere ver resurgir un liderazgo nuevo y unitario, alrededor del Partido Conservador”, argumentando que el país está “cansado ya de la política tradicional y de los políticos”.
Por su parte, Vidaurre, luego del discurso de Leal, dijo que gracias a que en el Partido Conservador había democracia, se le había dado la palabra a Leal por 20 minutos.
Después expresó que “no son las flores, fáciles de admirar porque el viento las mece, las que dan vida a las plantas, sino que son las raíces hundidas en la tierra misma, las raíces que nadie ve y que casi todos olvidan las que dan vida a las flores”, para luego honrar “a miles de militantes anónimos que no figurarán nunca en los diarios, ni serán dignatarios prominentes en la vida pública”.