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Los negocios ubicados a las orillas de la Carretera a Masaya, partiendo de la rotonda Jean Paul Jane, han aumentado considerablemente en los últimos años, según dijeron propietarios y trabajadores de negocios ubicados en esa ruta.
En la carretera existen alrededor de 30 negocios, entre restaurantes, distribuidoras, auto-hoteles, hoteles, farmacias, mueblerías, viveros, venta de materiales de construcción, los que según los propietarios y gerentes tienen entre regulares y buenas ventas.
El aumento en los negocios se debe a la posición estratégica que posee esta carretera, ya que según los propietarios, el unir a la capital con ciudades turísticas como Masaya, Granada y Rivas, les da una gran ventaja sobre las demás carreteras.
“Es una ventaja”, coincidieron los entrevistados, ya que según ellos existe una gran cantidad de extranjeros que trafican esta carretera, sea porque andan vacacionando o porque viven por el sector.
Los entrevistados también dijeron que la migración de muchas familias, las cuales salen de la capital para vivir en zonas más tranquilas localizadas por ese sector, hace de esta carretera un buen punto para los negocios, pues muchas personas prefieren comprar en las distribuidoras y minisúperes que bajar hasta Managua a hacer las compras.
“Tenemos tres años de tener nuestro negocio aquí y nos va muy bien, ya que estamos localizados es una posición donde hay mayor acceso para el segmento de personas a quienes nosotros les vendemos”, comentó Aracely Mojica, gerente administrativa de mueblería El Nogal.
Por su parte Manuel Salvador Pavón Vásquez, copropietario de un vivero, dijo que tienen alrededor de seis meses de tener ese negocio sobre la Carretera a Masaya, y las ventas hasta el momento son “excelentes”.
“Existe variedad de turistas que les fascinan las plantas y flores, y cada vez que andan visitando las ciudades, pasan comprándonos algo para sus casas”, añadió.
María José García Taleno, cajera de la venta de quesillos y tiste “Viejo Ranchito”, manifestó que la carretera trae bastantes ventajas para los restaurantes, pues siempre que “las personas andan de paseo buscan cómo comer en otros sitios para no alistar comida”.
“El negocio inició con una ranchita de paja, pero ahora tenemos un amplio local donde ofrecemos una variedad de platillos, además de los quesillos”, agregó.
INSEGURIDAD POR ROBOS
Uno de los puntos en contra que tiene esta carretera es la cantidad de robos que se cometen, razón por la que tienen que cerrar temprano por temor, según dijeron los entrevistados.
“Hay temor por algún asalto que puedan cometer las pandillas que circulan sobre el sector, se han dado casos de robos en contra de algunos negocios”, expresó Marvin Corea Mendoza, propietario de un minisúper en Campo Bello.
“Durante la semana el negocio se cierra temprano, como a las seis de la tarde, mientras los fines de semana se cierra más tarde, alrededor de las siete y media de la noche”, comentó García.