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Vecinos reclaman por falta de instalaciones de aguas negras

MARIELA OCÓN RODRÍ[email protected] “ENACAL ni las narices asoma”, expresó Ramón Guido, habitante del asentamiento “Anexo Camilo Sotelo”, de Managua. A diario unas 300 familias conviven con la basura, aguas negras y zancudos. El cauce proveniente del Barrio Jocote Dulce se ha convertido en el destino donde caen todas las aguas negras de los pobladores del […]

MARIELA OCÓN RODRÍ[email protected]

“ENACAL ni las narices asoma”, expresó Ramón Guido, habitante del asentamiento “Anexo Camilo Sotelo”, de Managua. A diario unas 300 familias conviven con la basura, aguas negras y zancudos.

El cauce proveniente del Barrio Jocote Dulce se ha convertido en el destino donde caen todas las aguas negras de los pobladores del “Camilo Sotelo” porque desde hace 15 años que se empezó a construir el barrio, están solicitando a la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ENACAL), que les instalen tuberías de aguas negras y sumideros, y hasta el momento no han recibido respuesta.

Las tuberías que pasan por debajo del puente donde corren las aguas negras de los barrios aledaños de las partes altas de Jocote Dulce, Colonia Miguel Bonilla, entre otros, se encuentran en mal estado y están convertidas en especie de improvisadas cascadas.

Ramón Guido, habitante del barrio, expresó que desde que se formó el anexo han solicitado la instalación de las aguas negras sin tener solución alguna. “Tuvimos que sacar los tubos que vienen del lavadero con dirección hacia el cauce, porque tenemos prohibido botar el agua en la calle”, contó.

“La Alcaldía nos multa si la botamos sobre la calle y no tenemos otra solución que a medianoche tirarla para que no nos multen”, confesó.

José Molina, otro habitante, aseguró que las tuberías existen en cada casa, pero no tienen servicio de aguas negras. “Los trabajadores de ENACAL vinieron desde hace año y medio a inspeccionar casa por casa para evaluar las condiciones y hasta la fecha nada. Lo que hice fue por dentro poner mis tuberías y que vayan a salir al cauce”, explicó.

A juicio de los habitantes del barrio, los niños son los que sufren las condiciones en que están, ya que con frecuencia se enferman de malaria y calentura debido a la insalubridad en que viven.

“Las enfermedades más frecuentes que padecen los niños son las calenturas, porque el cauce pasa toda el tiempo sucio. La Alcaldía vino hace seis meses a limpiarlo y hasta la fecha no ha regresado, estamos esperando que vengan las lluvias para que medio lo limpien”, manifestó Guido.

Angélica García aseguró que tuvieron que construir un sumidero en el porche de la casa “para recoger el agua que ocupamos del lavadero durante todo el día”, y la que ocupan para bañarse la riegan en el patio. “La Alcaldía nos dijo que era prohibido botar el agua sucia en la calle y que si hacíamos eso nos iba a multar”.

Durante el día buscamos la versión de ENACAL, pero hasta el cierre de nuestra edición fue imposible que alguien nos atendiera, porque las gestiones para una entrevista las realiza la divulgadora y las personas autorizadas para responder no pueden hacerlo sin la debida autorización de divulgación y prensa.   

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