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Aparentemente, lo único seguro en lo referente al próximo Campeonato de Beisbol superior, es la fecha del Play Ball, el 29 de septiembre, siempre y cuando no sigan lloviendo calamidades en esta etapa previa… Hasta hoy se ha estado teorizando en forma tan disparatada mientras el proyecto sufre distorsiones, que nos sentimos “Patas arriba”, como dice el título del último libro de Eduardo Galeano.
Después de escuchar y leer sobre lo discutido en la última Conferencia de Prensa ofrecida por FENIBA con Carlos García al frente del departamento de ideas y realizaciones, sólo nos basta asomarnos por la ventana –como explica Galeano-, y descubrir el mundo al revés, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies.
Vamos con calma, porque ningún rompecabezas pueda armarse aprisa:
Se está considerando que en lugar de 6 equipos, participen 8… Esa posibilidad, a pesar que faltan menos de tres meses para el Play Ball, está abierta a debates habitualmente inútiles, porque finalmente se hace lo que desde antes de las discusiones estaba decidido.
Preguntas idiotas sobre ese punto: ¿si para asegurar un fuerte nivel competitivo se había llegado a la conclusión que la cifra ideal era de 4 equipos, como en la época de nuestro béisbol profesional, ¿cómo ha sido posible llegar a pensar en una buena liga aumentando de 6 a 8?…¿Dónde están fabricando aceleradamente, el material humano requerido?…¿Qué tipo de intereses –no naturalmente los mejores para el juego- se están moviendo alrededor de esta posibilidad, tenebrosa para quienes compran boletos?.
Se descartaron los refuerzos para semifinales y la final… ¿Cómo se podrá tapar huecos y mejorar la estructura de los clasificados?… Sin refuerzos, ¿Cómo esperar lo mejor del torneo en su recta final, más allá de lo estrictamente emotivo?…Si todo seguirá igual, ¿Cómo fortalecer la atracción?
Se aclaró, que mientras se multiplican cuestionamientos alrededor de compromisos que no deberían estar latiendo, se mantiene la cuota de 10 peloteros tipo A, incluyendo el elemento extranjero.
Otro tema para botar el pelo y salir en busca de una camisa de fuerza mientras enloquecemos: la Liga no es profesional, pero tampoco es aficionada, sino abierta… ¿Abierta a que?…¿Al desorden?…¿Quién inventó esta tercera vía en el deporte mundial?…¿En que tipo de engranaje internacional podremos encajar aplicando ese extraño concepto?
Esto de no ser amateur ni profesional, confunde a las directivas y debe preocupar a los patrocinadores, porque como todos sabemos, nuestro béisbol se apoya económicamente en las empresas.
El año pasado, FENIBA estableció, supuestamente en un mecanismo profesional, un límite salarial y abrió espacio para contratos, lo cual, obviamente, establece una conexión empleador-empleado, que debe responder a las normativas laborales del país… Este año, FENIBA, que no ha registrado ninguna directiva en forma oficial, aunque puede haberlo hecho secretamente, trata de tomar distancia con lo de las contrataciones.
Ciertamente, como dice Galeano en su último libro, el mundo está “patas arriba”… Revisémonos, puede que tengamos el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies, sin necesidad de ir a las Conferencias de FENIBA para percatarnos de ello.