PABLO [email protected]
Ricardo Rizo no se vio en la obligación de suspender la presentación de Julio “Yambito” Gamboa contra el venezolano Félix Machado, en vista que ayer comprobó que el peleador leonés cumplió con su promesa de reducir su tonelaje a 122 libras.
Rizo llegó la noche del lunes a Nicaragua procedente de Miami. Pero antes de su arribó, anunció que cancelaría la pelea Machado-Gamboa si el aspirante pinolero pesaba más de 130 libras, un tonelaje poco recomendable cuando restan apenas 17 días para la pelea.
“Alguna gente no me entiende que no podemos quedar mal con un boxeador que no da el peso en una pelea de título mundial. Por eso le exigí a Julio que debería bajar hasta 122 libras y me lo demostró después de los entrenamientos del martes”, comentó Rizo, en la misma conferencia de prensa donde se confirmó la pelea de Adonis Rivas contra Joel Luna Zárate para el 2 de septiembre.
El dirigente nicaragüense, que pertenece al ejecutivo de la OMB, indicó que Gamboa mostró un poco más de madurez en los últimos días para intensificar su preparación de cara a una pelea que se realizará en solamente 17 días.
Eso debido a que no podía fallarle a los organizadores de este combate, la empresa Don King Productions, que tiene contemplado para el 22 de este mes en Miami un súper programa donde el boricua Félix “Tito” Trinidad defenderá su corona ante el francés Mahmadou Thiam.
Por su parte, Gamboa dijo estar consciente que se descontroló en su cuido y preparación física para su pelea con Machado. No obstante, ya retomó la senda correcta para realizar un trabajo que le impida tener problemas de peso en esta su cuarta oportunidad de título mundial.
“Me siento obligado a realizar una mejor preparación, porque lo más difícil está por venir contra un Machado que también debe estar deseoso de conquistar la corona del mundo”, comentó Gamboa.
El “Yambito” dijo que para lograr una mejor concentración para su pelea, se olvidará del altercado que protagonizó el fin de semana con su manejador Mario Arce, quien le recriminó fuertemente su poco interés para controlar su peso.