- “Escobar Fornos llamó a cada
diputado (liberal) para que no
asistieran a la sesión”, asegura
Eliseo Núñez
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La advertencia de “tomas” al plenario de la Asamblea Nacional fue suficiente para detener la amnistía a favor del candidato a alcalde Carlos Guadamuz. En una inesperada estrategia de última hora, la Bancada Liberal decidió ceder a las presiones de sandinistas, cuando los mismos liberales se encargaron de no hacer el quórum necesario para iniciar la sesión.
La directiva de la Asamblea Nacional abrió la sesión más temprano de lo acostumbrado, pero no esperó la conformación del quórum, ordenado por ley con la presencia de 48 diputados, mientras la Bancada Sandinista en pleno sostenía una reunión para “definir estrategias” que impidieran el debate. Pero los directivos parlamentarios ni siquiera esperaron las estrategias sandinistas, y en menos de dos minutos abrieron sesión, en conocimiento que apenas estaban presentes 38 parlamentarios, cantidad insuficiente para iniciar el debate, situación que Iván Escobar Fornos aprovechó para suspender y reprogramarla hasta el miércoles próximo.
El rejuego parlamentario se desarrolló a vista de los diputados sandinistas, quienes desde el mezanine observaban el comportamiento de los liberales, mientras sostenían una reunión a la que no fueron invitados los cuatro parlamentarios acusados de mantener un discurso disidente (Mónica Baltodano, José González, Angela Ríos y Carlos Fonseca Terán).
Para el propio Guadamuz, la estrategia de los liberales obedeció simplemente a las amenazas de violencia en el plenario, expresadas 24 horas antes por el presidente de la Comisión de Justicia, diputado sandinista Nelson Artola.
“Si a vos te piden que vayas a una fiesta y te dicen que en esa fiesta va a haber pleito, pues no vas a esa fiesta. Funcionó el terror. Ojalá que esto quede como una muestra más de la forma en que impera la traición. Al menos los liberales no hicieron llamamiento a la violencia”, reaccionó Guadamuz sosegadamente y en tono de resignación.
GUADAMUZ ES FICHA DE NEGOCIACIÓN
Según el liberal disidente Eliseo Núñez, la estrategia de la bancada oficialista no fue empujada por el miedo, sino por la necesidad de mantener las negociaciones políticas entre liberales y sandinistas.
“El presidente (del Parlamento) llamó telefónicamente a algunos de sus diputados para que no asistieran y no hicieran el quórum”, aseguró.
Fuentes legislativas admitieron que la decisión liberal de incluir en agenda la amnistía para el ex militante sandinista, respondía a la necesidad de impulsar una nueva negociación para que el FSLN desistiera de dos proyectos de leyes, presuntamente relacionados a la seguridad laboral en la privatización de ENEL y un conglomerado de mociones de la controversial Ley de Participación Educativa.
Al desistir de ambos, la Bancada Liberal maniobró para evitar la sesión y prorrogar el debate hasta después del receso parlamentario, impidiéndole a Guadamuz su inscripción como candidato en tiempo ante el Poder Electoral, sin embargo, los sandinistas negaron tal negociación.
“No hay ni negociación, ni nada de eso. Nosotros no mandamos en la Bancada Liberal, lo decimos con franqueza. Si tuviéramos influencia en ellos, aquí hubieran pasado leyes sociales que están en la tubería parlamentaria”, reaccionó el parlamentario Nelson Artola.
Aunque los liberales no quisieron dar explicaciones públicas de su comportamiento, el candidato a alcalde, y vicepresidente del PLC, Wilfredo Navarro, negó conocer si existe tal acuerdo secreto, orientado a sacar del juego electoral a Guadamuz, candidato a la comuna capitalina por Camino Cristiano.
“Por lo menos yo no sé nada de eso. En este tema de la política no se puede hablar de traiciones o no, porque no es la primera vez que una sesión no se realiza por falta de quórum, así que mejor esperemos la sesión del miércoles”, concluyó.