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Decenas de piezas dañadas que estaban listas y hasta etiquetadas con sus precios para exportarlas hacia Estados Unidos.

Se paraliza comercio de artesanías

KARLA MARENCO L. [email protected] La producción y el comercio de artesanías se paralizará por lo menos un mes en los “Pueblos Brujos”, porque el terremoto de Masaya destruyó los hornos de los artesanos de Catarina y San Juan de Oriente, donde producen las piezas artísticas que venden dentro y fuera del país. Los artesanos calculan […]

KARLA MARENCO L. [email protected]

La producción y el comercio de artesanías se paralizará por lo menos un mes en los “Pueblos Brujos”, porque el terremoto de Masaya destruyó los hornos de los artesanos de Catarina y San Juan de Oriente, donde producen las piezas artísticas que venden dentro y fuera del país.

Los artesanos calculan que un 85% de los artesnos fueron afectados por los sismos.

Ellos hacen artesanías de relieve, precolombinas, grafiadas, artísticas, tradicionales y variadas, sufrieron pérdidas incalculables al destruírseles sus hornos de trabajo y centenares de piezas que estaban listas para ser exportadas o vendidas en el mercado local.

Al perder sus hornos y decenas de piezas de barro que con gran esfuerzo realizaron en las últimas semanas, para cumplir con pedidos locales y extranjeros, se quedaron sin su medio de producción y sin el capital que habían invertido en la compra de la materia prima para la elaboración de las artesanías. Esto sin incluir la mano de obra y las horas de trabajo en que les dan el toque artístico y el acabado a cada pieza.

Tanto el Instituto Nicaragüense de Cultura, como el Instituto de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME), realizaban ayer dos censos entre los artesanos que se quedaron sin los hornos para ver de qué manera pueden ayudarles a recuperarse de este duro golpe a su economía.

Algunos artesanos están muy preocupados porque no podrán cumplir con los pedidos que tenían amarrados con empresas exportadoras de artesanías. A muchos incluso ya les habían adelantado un porcentaje del pago, para comprar la materia prima y elaborar las piezas.

Felipe Gutiérrez, artesano con 12 años de experiencia y uno de los principales exportadores de artesanías de San Juan de Oriente, ni siquiera ha querido mover las centenares de piezas de relieve que podrían estar dañadas y que tiene apiladas una sobre otra desde hace varias semanas para ser empacadas y luego exportadas hacia Estados Unidos y Haití.

Muchas de las piezas terminadas que tenía colocadas en estantes de madera, se estrellaron en el suelo al compás de los dos sismos que estremecieron a Masaya el jueves y viernes.

En su casa, Gutiérrez tiene listas alrededor de 1,500 piezas que él y sus trabajadores han venido realizando con sacrificio para cumplir con los pedidos. Gutiérrez no sabe cuántas piezas se picaron y quebraron, de todas las que tiene apiladas en dos bodegas y un cuarto de su casa.

Este artesano perdió los dos hornos con capacidad de quemar hasta 600 piezas en una sola horneada. La construcción de cada horno, dependiendo del tamaño y el tipo, cuesta entre 2,000 y 5,000 córdobas.

Miguel Angel Calero, otro fuerte artesano de San Juan de Oriente, perdió el horno y 61 piezas valoradas en unos 4,500 córdobas.

Muchas de las piezas de barro que Calero perdió todavía no habían sido quemadas y cocidas en los hornos; otras que estaban terminadas, se deslizaron de los estantes donde permanecían expuestas al público.

“No se sabe cuándo se va a normalizar esto y nosotros no podemos comenzar a trabajar para perder. Hay que hacer de nuevo los hornos y eso se lleva como un mes, imagínese lo que es estar sin una entrada de dinero para mantener a nuestras familias”, dijo Calero.

Otro artesano afectado fue el joven José Ortiz, quien perdió 100 platos al estilo precolombino que entregaría este mes a un comprador de Washington a un precio de 20 dólares cada uno.

“El comercio de San Juan de Oriente se mueve a base de la cerámica, nuestra recuperación será a largo plazo”, sostuvo Ortiz.

A los artesanos sólo les queda conversar con sus clientes para que comprendan su complicada situación y les den un período para que reconstruyan los hornos y vuelvan a realizar las piezas que perdieron, valoradas entre 60 y 400 córdobas, dependiendo del tipo de trabajo con el que fueron hechas.

El director del INPYME, Leonardo Centeno, realizó ayer un recorrido entre los artesanos afectados, a quienes prometió que en la Feria Agostina Microfer 2000, que se realizará del 28 de julio al 13 de agosto, no les cobrará nada por el alquiler de los locales para que se recuperen en lo económico.

“Haremos un inventario por grupo de artesanos, les vamos a apoyar para que reconstruyan sus hornos y recuperen su medio de producción y también vamos a incentivar las ventas de las artesanías en la feria para que ellos se recuperen pronto”, indicó Centeno.  

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