- Productores y microempresarios no cuentan con opciones para modernizarse
- Financiamiento está ausente y café en problemas
- Autoridades edilicias de la zona aseguran que existen problemas de organización en los diferentes rubros productivos
JUAN CARLOS BOW yLEOPOLDO RIVASeconomí[email protected]
Los Pueblos de Oriente, ubicados en los departamentos de Masaya y Granada, enfrentan una difícil situación económica principalmente por la ausencia casi absoluta del apoyo de las entidades gubernamentales.
La zona tiene como actividades económicas principales, la actividad microempresarial y la agricultura. Ambos rubros no cuentan con apoyo.
Ahora, la situación económica para los habitantes de la zona se torna más tensa debido a los efectos adversos que han provocado los movimientos telúricos ocurridos desde el jueves, lo que ha provocado pérdidas materiales, principalmente en el sector artesanal.
Artesanos, productores y microempresarios de Catarina, San Juan de Oriente, Niquinohomo, Diriá, Diriomo y Masatepe dijeron que sus negocios están pasando por una etapa de poco crecimiento.
En tanto las autoridades edilicias de estos municipios manifestaron que en esos pueblos se veía un crecimiento económico gracias al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, situación que ahora se encuentra en un impasse.
Entre las actividades económicas que se desarrollan en estos pueblos está la siembra de granos básicos (arroz, frijoles, maíz), también al cultivo de café. Además de la elaboración de artesanías, muebles y algunos dulces. Así como la venta de plantas.
José Manuel López Ríos, vicealcalde de Diriomo, dijo que en este municipio se puede observar algún crecimiento económico por el apoyo que dan algunos organismos e instituciones a pequeños productores.
“El apoyo que se le da a los pequeños productores hace crecer a los municipios, ya que son los pequeños productores quienes verdaderamente lo necesitan”, añadió.
Sin embargo, para Isabel Nicoya, propietaria de un negocio de objetos antiguos ubicado en San Juan de Oriente, la situación que viven no es de lo mejor, ya que en las últimas dos semanas no habían podido vender.
“El negocio va mal, pues dependemos del turismo, y ahora con los problemas ocasionados por el terremoto que ocurrió en la Laguna de Apoyo, no le vemos buen futuro”, puntualizó Nicoya.
Por su parte Guillermo Pérez, fabricante de canastos en la comunidad Los Pocitos en Niquinohomo, aseguró que la situación para los pequeños empresarios no está nada bien, ya que no tienen el suficiente apoyo económico para desarrollarse.
El mismo criterio planteó María José Cano Nicaragua, propietaria de un jardín en Catarina, quien afirmó que su negocio actualmente sólo da ingresos para mantenerse y no para poder crecer, ya que tienen que pagar la mayoría de las plantas que comercializan y el poder crear un vivero implica tener suficiente dinero.
“Gran parte de las plantas que vendo las tengo que comprar, pues no cuento con un vivero, el instalar mi propio vivero es una inversión donde se necesitaría mucho dinero, y como va el negocio no creo poder hacerla”, expresó Cano.
Arnulfo González López, propietario de una mueblería en Masatepe, manifestó que el negocio de los muebles no le es rentable como los años anteriores, ya que las personas no cuestan con el suficiente dinero para pagar una buena pieza de madera.
“Antes las personas venían a comprar la mayoría de los muebles para sus casas, ahora sólo una pieza y no más”, añadió González.