EDGARD RODRIGUEZ C. [email protected]
Una mañana de agosto del año pasado, cuando Gordon Blakeley, un alto ejecutivo de los Yanquis se dejó venir desde Taiwan para ver a Gonzalo López en Panamá, se abrieron los ojos del padre del jugador.
“Mi chavalo puede costar mucha plata, me dije para mis adentros”, revela hoy Gonzalo López padre. “Blakeley se fue encantado y me dijo que los Yanquis harían todo lo posible por conseguir a Gonzalo. Eso me iluminó porque ese señor (Blakely) es un director de scouteo, acostumbrado a ver muchos talentos y valorarlos”, agregó.
A partir de ese momento, el padre del prospecto se dedicó a establecer ciertos contactos, entre ellos la definición de un representante, Manny Lantigua, quien llevó a su hijo a obtener un bono de 725 mil dólares por su firma con la organización de los Bravos de Atlanta el viernes pasado.
En nuestra historia, los nicas mejor valuados por una organización de las Grandes Ligas habían sido Oswaldo Mairena y Omar Varela, quienes recibieron 48 mil dólares cada uno. Ahora Gonzalo se ha volado la cerca, con un acuerdo que jamás estuvo en su mente, pero que asegura no lo hará cambiar.
“Yo le doy gracias a Dios por el talento que me ha dado y por esta oportunidad que me brindan los Bravos. Me alegra lo del dinero, pero lo esencial es llegar arriba, a las Grandes Ligas, y esa es mi meta”, explica el tirador con la sencillez que lo ha caracterizado a través de su exitosa carrera a nivel local.
Con apenas 16 años, 6.1 pies y 175 libras, López es capaz de lanzar su recta hasta 90 millas por hora. A ello se agrega la compostura de un veterano, un buen dominio de su mecánica y un carácter que ha sido sometido a prueba en diversos contextos. Eso, más su deseo de trascender, impactó en las pruebas.
“Estuvimos en Orlando, Florida, con la gente de los Bravos. Luego fuimos a Nueva York y los Mets me llevaron al “Shea Stadium” donde fui observado. Los Yanquis me habían visto antes, pero al final la oferta de los Bravos nos pareció la mejor y voy a trabajar duro para responder a lo que ellos esperan”, indicó.
Gonzalo vive con su padre y sus abuelitos en las Américas No. 1, y una de las cosas que han programado con la plata que recibirán en los próximos noventa días, luego que el contrato sea aprobado en la Oficina del Comisionado del Béisbol de Grandes Ligas, es abrir una cuenta de ahorro y reparar la casa donde habitan.
“La idea es ayudar a mi familia, ver cómo mejoramos la casa y abrimos una cuenta de ahorro”, explica Gonzalo, mientras su papá piensa que una camioneta Toyota 4 Runner, podría ser algo que les atraiga.
“El abogado Manny Lantigua, nos habló sobre lo que podemos hacer y meteremos buena parte al banco”, dice el padre.
Atlanta, que al final no tuvo rivales en la “captura” de Gonzalo, pagará el bono de 725 mil dólares en dos entregas, pero la primera llegará una vez que el contrato sea aprobado en la Oficina del Comisionado, para lo que disponen de 90 días. Así que aunque aún están, Gonzalo sabe que las limitaciones tendrán un fin.