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Frontis de la Iglesia de Diriomo que resultó afectada por los fuertes sismos recientemente. LA PRENSA/VINDELL MATUS.

Históricos templos podrían desaparecer

La gente se muestra apesadumbrada, las visitas al Padre Campos son constantes, hay quienes hasta lágrimas han derramado, sobre todo las devotas que con frecuencia llegaban a orar PEDRO J. VINDELL MATUS – [email protected] DIRIOMO.– Los dos templos históricos, considerados reliquias de Diriomo y Diriá, sufrieron graves daños por las sacudidas de los sismos, por […]

  • La gente se muestra apesadumbrada, las visitas al Padre Campos son constantes, hay quienes hasta lágrimas han derramado, sobre todo las devotas que con frecuencia llegaban a orar

PEDRO J. VINDELL MATUS – [email protected]

DIRIOMO.– Los dos templos históricos, considerados reliquias de Diriomo y Diriá, sufrieron graves daños por las sacudidas de los sismos, por lo que podrían desaparecer si no existe una institución que contribuya a su restauración, dijo el sacerdote Mario Campos, párroco de la Iglesia de la Virgen de Candelaria.

Al lamentar los daños del templo sufridos en su infraestructura, el cura manifestó que es “doloroso y triste porque esta iglesia es el orgullo de los diriomeños”.

En esa Iglesia Católica que recientemente celebró los 400 años de fundado ya no se pueden admirar las imágenes artísticas de sus santos, ni la de su patrona.

El terremoto deterioró con fuerza la cúpula, su altar y el frontis presenta mayor peligro de caer. Sus torres están separadas del centro, donde también sufrió desperfectos.

La gente se muestra apesadumbrada, las visitas al Padre Campos son constantes, hay quienes hasta lágrimas han derramado, sobre todo las devotas que con frecuencia llegaban a orar.

El sacerdote consideró que “los daños son totales”, pero el joven guía espiritual abriga la esperanza de “que algo podremos hacer, buscaremos ayuda”, dijo con optimismo mientras reflejaba su profunda preocupación por lo sucedido.

En el municipio de Diriá, el Padre Johnny Sequeira también mostró las grandes fisuras que se produjeron en el altar, al interior de la Iglesia de San Pedro. Las gruesas paredes de adobe están completamente reventadas por dentro y por fuera.

La parte principal, el presbiterio, los arcos, las columnas, por todos lados los perjuicios son notables, no hay un lugar que no ha haya sufrido daños. “Ojalá, Dios quiera que no se caiga”, indicó.

La parte del frente del hermoso templo colonial es uno de los “más heridos” por la fuerza natural tectónica.  

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