EDGAR TIJERINO [email protected]
Carlos García se muestra satisfecho en medio de los cuestionamientos y las dudas. Él considera que se están haciendo bien las cosas, que hay interés por aplicar correcciones, que las Comisiones serán respetadas y sus recomendaciones valederas… Pese a ese optimismo, uno se pregunta: ¿Cómo creer que ahora todo será diferente, que se respetarán las reglas del juego, que la dirigencia de la Liga estará firme frente a los intentos de distorsión, que no se sucumbirá a las presiones, que nada estará delante de los intereses del juego?… Por favor, tantas veces hemos escuchado ese discurso, que cuando asistimos a reuniones nos parece estar en un viejo mitin político, de la época de Zelaya o de Emiliano.
“Fuimos lo necesariamente flexibles el año pasado para evitar que los problemas crecieran y se convirtieran en terriblemente dañinos. Ahora no cederemos. Se ha pulido la reglamentación, se están estudiando todos los casos conflictivos, la gente involucrada en las Comisiones está trabajando fuerte y consciente de su responsabilidad… Hay suficientes motivos para creer”, dice el creyente de siempre… Hace días, el Presidente dijo que le preocupaba que Carlos se interesaba sólo por el béisbol. Habló Arnoldo de su Director de Deportes como tomando distancia. Y lo ha demostrado negándole apoyo, desviándose hacia otras personas o entidades en diferentes casos, mostrándose incrédulo alrededor del béisbol, y aunque sólo habla y no procede efectivamente en otras direcciones de nuestro deporte, constantemente coloca a Carlos en el banquillo, sin detenerse a realizar un análisis sobre la debilidad de un aparato deportivo afectado por la anemia que provoca la falta de interés gubernamental.
Tengo rato de estar viendo a Carlos navegar entre un oleaje de incomodidad… Un Director de Deportes abandonado y al mismo tiempo un Presidente de FENIBA que por su condición de funcionario, no puede ser lo suficientemente enérgico y lo necesariamente beligerante.
Imaginemos al Presidente de FENIBA reclamándole a la Dirección de Deportes como organismo del Gobierno, como puede hacerlo la Federación de Fútbol de Costa Rica, o la de Baloncesto de Panamá, o la de Ciclismo en Colombia.
“No vamos a ceder”… ¿Qué tan cierto será eso?…Si Carlos sólo fuera el Presidente de FENIBA peleando a fondo y gestionando por su deporte, como lo hizo en la época del último Somoza, podríamos creerle, pero ¿Cómo desembarazarse de tantos compromisos?
Incluso un hombre con su experiencia y habilidad, no podría encontrar una apropiada solución… Mientras tanto, el béisbol sufre y sangra, y se sigue deteriorando.
Carlos asegura que serán 8 los equipos en competencia, considerando que esa ampliación, no afectará al espectáculo…”De acuerdo a las normas, se podrán equilibrar fuerzas y se dispondrá de material para los otros dos equipos, posiblemente uno universitario en Managua y otro en Estelí…Si no se puede, quedamos en seis equipos”, dice.
El gran problema es la forma de estructurar cada roster… Hay muchos casos confusos en lo referente a estatus, compromisos adquiridos como si fueran agentes libres, manejo de la cláusula de protección, etc…”Las comisiones van a funcionar eficazmente. Respetaremos sus determinaciones”, dice… Ojalá.