- “Gracias a Dios porque me tenía
hasta la joroba que me estuvieran
preguntando por ese jodido pacto”, reacciona Secretario del Parlamento
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El Partido Liberal Constitucional (PLC) golpeó su alianza con el Frente Sandinista, luego que aprovechó la clausura del primer período legislativo para aprobar, en medio de una estruendosa sesión, la amnistía a favor del ex militante del FSLN, Carlos Guadamuz.
En menos de diez minutos, la bancada liberal y sus aliados decidieron constatar el quórum para iniciar la sesión, situación que despertó las molestias de los sandinistas, quienes optaron por agredir el sistema electrónico de audio y votación para evitar el desarrollo de la sesión parlamentaria.
Sin embargo, el esfuerzo sandinista no fue suficiente. El presidente del Parlamento Iván Escobar Fornos y los directivos liberales decidieron bajar al plenario reunido, y en menos de cinco minutos leyeron el proyecto de ley para votar luego favorablemente y a mano alzada, según el artículo 54 del Estatuto Interno del Parlamento.
El comportamiento de los liberales contradijo la posición que habían asumido el jueves pasado, cuando no asistieron al plenario para paralizar la amnistía de Guadamuz, en el primer intento.
Si bien esta situación había descubierto un supuesto arreglo entre el Presidente Arnoldo Alemán y el secretario general de FSLN, Daniel Ortega para excluir a Guadamuz, a cambio de una inhibición al Partido Conservador, el primer secretario del Legislativo, Pedro Joaquín Ríos, admitió que el mal momento de la “luna de miel liberosandinista”, son parte de las estrategias electorales necesarias.
“Si algún día hubo luna de miel, gracias a Dios que ya no la hay porque a mí me tenía hasta la joroba que los periodistas me estuvieran preguntando por ese jodido pacto”, reaccionó Ríos, rodeado de un grupo de locatarias de los mercados que invadieron el Parlamento al conocer la aprobación de la amnistía.
No obstante, para el diputado sandinista y uno de los estrategas de las reformas a la Constitución, Bayardo Arce, este impasse en las negociaciones liberosandinistas es apenas una muestra de los desacuerdos naturales entre ambos.
“Lo que ha habido y va a seguir existiendo es que cuando aquí coincidamos en puntos de vista e intereses, votaremos a la par y cuando haya diferencias será en contra. Esa ha sido la realidad de esta Asamblea”, consideró.
LOS ARGUMENTOS LEGALES
Además de considerar que la participación electoral de Guadamuz podría restarle votos al candidato sandinista Herty Lewites, el partido rojinegro mostró férrea oposición al dictamen de amnistía, argumentando que sólo había sido firmado por una minoría de la Comisión de Derechos Humanos.
Al aprobarlo con el mecanismo de “mano alzada”, los sandinistas asumieron que la aprobación de la ley carece de legalidad, debido a que la “toma” de los equipos electrónicos no permite la elaboración de actas, ni constancias de diario-debate que demuestre el desarrollo de la sesión.
“Como diría el magistrado (Francisco) Rosales, esta es una sesión ilegal, ilícita e inexistente”, valoró Arce.
“No hay una grabación del diario-debate, pero eso no es indispensable. El acta existe y está hecha a máquina y firmada por los diputados. La amnistía se aprobó con 52 votos. Todo está escrito y firmados en acta”, respondió Ríos.
Para el propio Guadamuz, la decisión parlamentaria le permite arrancar su campaña con mayor seguridad, compartiendo electorado con el FSLN.
“Herty nunca me ha restado votos a mí, nunca ha sacado más votos que yo. Ellos debieran de haber sido los que más tenían que apoyar esta amnistía porque el problema por el cual yo fui sancionado fue siendo jefe de bancada del FSLN”, afirmó Guadamuz.
¿FIN DEL MATRIMONIO?
“Creo que este es el principio del distanciamiento de ambos, en el que el FSLN pierde un round, porque el PLC se retira golpeando. En el caso de los conservadores, es lógico que ahora el FSLN se abra y responda a los liberales”, valoró el liberal disidente Eliseo Núñez.
A su juicio, los liberales y sandinistas deberán tomar distancia para recuperar su clientela política, situación que Arce consideró como “necesaria”.