- Planta tiene una capacidad
máxima para generar 90
megawatts de energía
NOEL HERNÁNDEZ [email protected]
Después de cinco años de abandono el proyecto geotérmico San Jacinto Tizate reinició la generación de energía eléctrica bajo la responsabilidad de un nuevo consorcio de inversionistas privados que solicitaron la continuidad del proyecto a la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL).
El proyecto, ubicado a 116 kilómetros de Managua, en León, fue iniciado en 1992 con una inversión de 10 millones de dólares de un grupo de inversionistas rusos, más 26 millones de dólares del Estado, representado por la empresa INTERGEOTERM.
“En el 95 el proyecto se cerró, colapsó, entonces se empezó a discutir y por iniciativa de Enrique Bolaños (presidente ejecutivo de ENEL) se les dijo a los rusos que hicieran el proyecto, pero debían buscarse a otros inversionistas porque el Estado no podía”, comentó Erwing Krüger, presidente de KITCO, la empresa responsable del proyecto actual.
KITCO es de capital alemán-nicaragüense, que encabeza a ocho inversionistas privados entre rusos, estadounidenses, alemanes y nicaragüenses.
Según Quintana, lo más importante de los trabajos que se hicieron en el proyecto fue que los pozos perforados quedaron listos para explotar.
26 MILLONES QUE SE HICIERON “VAPOR”
Pero tras una auditoría que se realizó en la empresa en 1997, la Contraloría General de la República (CGR) determinó que no habían comprobantes de las transferencias de dinero y que tampoco existían escrituras de los terrenos, por lo que no se pudo determinar el curso que llevaron los fondos originales.
En una entrevista que le hiciera la prensa a Edgar Quintana en sus últimos días como presidente ejecutivo de ENEL, manifestó que la Contraloría nunca se pronunció sobre lo sucedido con esos fondos, “entonces ahí están los 26 millones de dólares”.
“Los rusos dijeron bueno yo me voy porque necesito que me den la parte que me corresponde a mí, pero aparecieron nuevos inversionistas y buscaron una forma de darle (respuesta) al problema”, comentó Quintana.
Fue así como después de dos años de negociaciones, KITCO se hace cargo del proyecto.
Como resultado del nuevo contrato, Krüger indicó que se firmó un acuerdo con la junta directiva de ENEL en el que se otorga una concesión de explotación del campo por un período de 20 años prorrogables por 10 años más, así como la venta de energía al Estado por un valor de 0.0595 dólar por cada kilovatio hora.
Krüger explicó que con ese contrato el Estado recuperará los 26 millones de dólares que invirtió en el campo geotérmico en 1992 y del que nunca se supo su destino.
De acuerdo con el presidente de KITCO, en seis meses San Jacinto Tizate podrá generar cinco de los 66 megawatts de energía a que se comprometió generar y en 16 meses podrá generar hasta 25 megawatts, y así ir aumentando su capacidad hasta alcanzar lo establecido.
“Como estrategia lo que queremos es desarrollar todo el campo para cumplir con el contrato y estamos desarrollando una estrategia de mercadeo para ver si podemos expandir la demanda y producir más energía”, sostuvo.
Estimó que la producción de electricidad, basado en energía geotérmica, puede dentro del campo San Jacinto ser de hasta 90 megawatts.