- Con lágrimas, el Obispo Jorge Solórzano recibió el Evangelio, el anillo en el dedo índice, la mitra y el báculo, para que proclame la Palabra de Dios, sea fiel a la Iglesia y cuide el rebaño que Dios le ha encomendado como pastor
- “Agradezco a todas las personas que a través de su testimonio, fe y amor a Cristo me han ayudado y fortalecido sin escatimar esfuerzo alguno”, expresó
MARIELA OCON R. [email protected]
Lágrimas, oración y alegría acompañaron ayer la celebración del ordenamiento del nuevo Obispo católico de Nicaragua, Jorge Solórzano.
El prelado entró triunfante a la Catedral Metropolitana, luciendo el solideo rosado, acompañado por decenas de seminaristas, religiosas y sacerdotes de distintas diócesis del país, mientras afuera tronaban los cohetes.
El Cardenal Miguel Obando y Bravo dijo que el Obispo Auxiliar será “el pregonero de la fe de Dios” y a través de la comunidad de Cristo los católicos podrán aplicar el mensaje en su vida.
“Tiene que ser el medio y señal de certeza de la fe, la religiosidad popular que él pregona tiene que volverse un verdadero encuentro con Dios”, expresó Su Eminencia.
“Estoy seguro que con la fe y ayuda de Dios será para mí un buen colaborador, para mi misión”, agregó durante la consagración que tuvo como lema: “Que todos sean uno”.
Con lágrimas, el Obispo Jorge Solórzano recibió el Evangelio, el anillo en el dedo índice, la mitra y el báculo, para que proclame la Palabra de Dios, sea fiel a la Iglesia y cuide el rebaño que Dios le ha encomendado como pastor.
Monseñor Jorge Solórzano agradeció al Nuncio Luigi Travaglino, a la Curia Arzobispal, laicos y movimientos laicales porque trabajaron con él durante los últimos años en la Pastoral.
“Agradezco a todas las personas que a través de su testimonio, fe y amor a Cristo me han ayudado y fortalecido sin escatimar esfuerzo alguno”, expresó.
Solórzano se comprometió a trabajar a favor de los 11 templos que fueron dañados por el sismo la semana pasada en la ciudad de Masaya y a seguir trabajando por la fidelidad de Cristo.
“Renuevo el vivo deseo de la unidad de la sociedad nicaragüense a trabajar por ella a través del don de Dios y Espíritu Santo. Quiero ser Obispo promotor incansable de unidad, comunión y de paz”, afirmó.