- El Programa de Atención a Niños, Niñas y
Adolescentes Trabajadores en la Calle, lo integran 417 miembros, de los cuales
203 son
varones y 214 mujeres - Persigue visualizar en la población el trabajo infantil de alto riesgo, como los cortes de café, cargar maletas en la frontera, lavar furgones, todo aquello que les lastime física y sicológicamente, a fin de formular acciones para mitigar la situación que enfrentan
GRETCHEN ROBLETO – [email protected]
SOMOTO.- Dos años atrás Douglas Noel Lira, de 13 años, no asistía a la escuela, se dedicaba únicamente a trabajar como lustrador. Hoy estudia primer año de secundaria y quiere ser futbolista profesional. Él sabe que estudiar y jugar es un derecho de todo menor.
Douglas forma parte del Programa de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores en la Calle, integrado por 417 miembros, de los cuales 203 son varones y 214 de género femenino.
Esos niños, niñas y adolescentes habitan en ocho sectores marginales de Somoto y tres comunidades rurales. Los sectores que van desde el 9 al 20, y las comunidades La Grama, El Fraile y La Palmera son las zonas atendidas por el programa.
La licenciada Fidelina García, directora del prometedor programa explica que éste inició desde 1990 con 64 menores, cuota que ha aumentado paulatinamente.
El programa consiste en atender a menores que por su condición de extrema pobreza tienen que ejercer una labor en la calle para poder sobrevivir.
El organismo noruego, “Save The Children”, financia el programa, mediante el cual los sectores vulnerables trabajadores en la calle desarrollan sus aptitudes en teatro, pintura, danza, cocina, manualidades y deportes.
La licenciada García expresó que entre los principales objetivos de la iniciativa figura, sensibilizar a la población para que les den buen trato a los niños y se les reconozca su trabajo, que valoren su capacidad y talento, prueba de esto es que los menores participantes del programa han demostrado a la sociedad sus deseos de superación, retomando los estudios.
Nuestro mensaje para los niños, niñas y adolescentes trabajadores en la calle es que, “con el apoyo de la sociedad y esfuerzo propio pueden llegar a ser profesionales. Con esfuerzo personal, autoestima elevada para poder salir adelante y valores, lograrán romper con la pobreza y desempleo que rodea a sus familias”, añadió García.
Cuando los niños inician en el programa son muy tímidos, no les gusta hablar, por lo que uno de los ejes principales de trabajo es incentivar la participación infantil, que los niños hablen, opinen y reflexionen sobre su vida, que realicen propuestas de solución a su problemática basada en las normas morales de la sociedad, explicó la funcionaria.
40 NIÑOS DEL CAMPO EN PROGRAMA
Entre los proyectos que incluye el programa figuran: Promoción del Código de la Niñez y la Adolescencia, financiado por UNICEF, el cual tiene como fin lograr que estos grupos conozcan y participen en la defensa de sus derechos y deberes.
La atención que brindan a 40 niños del campo, consiste en validar un modelo educativo para aquellos que por falta de acceso a la educación y pobreza extrema no concluyeron sus estudios primarios o aprobaron hasta el sexto grado.
Los esfuerzos van dirigidos a lograr que continúen estudiando, recibiendo clases dos veces por semana, para que aprueben hasta primer año, y posteriormente seguir con la educación secundaria, dijo García.
PRODUCCION AGRICOLA Y NUTRICION INFANTIL
Producción Agrícola y Nutrición Infantil, es financiado por el organismo SUCO, Canadá y consiste en potenciar económicamente a las familias de donde proviene la niñez trabajadora. Se trata de mejorar sus ingresos y generarles empleo, mediante economía de patio y producción agrícola de hortalizas. “Tratamos de cambiar los hábitos alimenticios, capacitándoles en temas de nutrición, explicó.
Para educar a los menores se cuenta con 10 educadores capacitados en temas de la niñez, metodología de trabajo, intervención con la familia y con la sociedad. En este municipio se estima que hay más de 1,500 menores trabajando, esta cantidad tiende a ascender, añadió García.
TRABAJO INFANTIL DE ALTO RIESGO
Actualmente se persigue visualizar en la población el trabajo infantil de alto riesgo, como los cortes de café, cargar maletas en la frontera, lavar furgones, todo aquello que les lastime física y sicológicamente, a fin de formular acciones para mitigar la situación que enfrentan, dijo García.
Hay menores que trabajan desde las cinco de la mañana bajo frío y en condiciones inhumanas, después llegan a sus casas a prepararse para ir a la escuela donde llegan mal alimentados, no rinden porque han iniciado su jornada laboral desde las cuatro o cinco de la mañana, regresan a sus hogares a trabajar, de tal manera que estos niños trabajan unas seis horas, es en este sector que vamos a enfocar nuestros esfuerzos, concluyó.