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Los cines Karawala de Granada. LA PRENSA/P. VINDELL.

Cines del ayer granadino

Los artistas de las películas mudas parecían marionetas eléctricas, se movían nerviosos hasta en las escenas más románticas En el Cine Bertini se presentaba por temporadas la Compañía Encanto de Paco García, su primera actriz era Rosita Meléndez Había un conjunto de músicos que amenizaban la presentación de las películas mudas, es decir sin sonido, […]

  • Los artistas de las películas mudas parecían marionetas eléctricas, se movían nerviosos hasta en las escenas más románticas
  • En el Cine Bertini se presentaba por temporadas la Compañía Encanto de Paco García, su primera actriz era Rosita Meléndez
  • Había un conjunto de músicos que amenizaban la
    presentación de las películas mudas, es decir sin sonido, había un portero de cine llamado Chamorrito que tenía que actuar de un modo muy educado y vestido de
    impoluto blanco

PEDRO J. VINDELL MATUS – [email protected]

GRANADA.- Hay quienes dicen que los cines comenzaron a funcionar en esta ciudad a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX presentando películas mudas, es decir sin sonido, en las cuales los artistas a veces parecían eléctricos por los movimientos nerviosos que hacían aún en las escenas más románticas y ceremoniosas.

Para llevar la secuencia del relato los espectadores tenían que leer los diálogos o trozos del argumento que aparecían en sectores escogidos de la cinta, si no lo hacían podían perder el argumento y la secuencia del filme.

Un hombre que recuerda los vestigios de esa época es don Pedro José Saballos quien nos remite a la época y nos relata que las primeras películas mudas eran amenizadas por cuatro o cinco músicos que ejecutaban diversas melodías mientras la cinta iba corriendo. Saballos recuerda que el primer centro para esas presentaciones fue el Bertini, situado donde antes estuvo el cine Colonial, de la iglesia La Merced una cuadra al oeste.

“Era barata la entrada, costaba 15 centavos, las primeras películas fueron las de Charles Chaplin”, dice Saballos.

EL COLONIAL COMENZABA TEMPRANO

El Colonial iniciaba sus funciones a las 6 de la tarde todos los días, hasta que comenzaba a oscurecer, pues la parte de luneta era sin techo y sólo el palco era techado y no quedaba en un segundo piso como se puede pensar.

Muchas eran comedias y películas de aventuras del oeste norteamericano. Ese local era una gran casa construida con paredes de adobe, techo de caña de castilla y tejas de barro.

“Eran otros tiempos”, dice Peché de 69 años, al hablar sobre las características de esos centros, recuerda que él hizo propaganda con auto-parlantes a las películas que se presentaban en El Colonial, siguiendo esa modalidad en la primera emisora en onda corta, La Voz de la Sultana, YNS, cuyo dueño era Francisco “Chico” Tercero, por la década del 50, hasta que surgió la voz de Guillermo “Chocolate” Bermúdez Urbina, hombre respetable en ese oficio.

Una película se cortaba porque no venía bien o por negligencia de los operadores, las rechiflas eran muchas, también las palabrotas de los cineastas, los verbos, menciones a las pobres madres. El respetable don Edmundo Castillo “Chalupa” y algunos de sus hijos del primer matrimonio, fueron operadores de máquinas de cine y trabajaron en el Teatro González, también en la Calle Atravesada, frente a la actual sucursal del Banco Nicaragüense,

LOS PRIMEROS PORTEROS

Había un portero de cine llamado Chamorrito, era un estimado ciudadano, muy educado, que también vendía lotería y vestía de impecable blanco y corbata oscura, otro portero era Benjamín “Mincho” Vela.

El que pintaba o hacía la cartelera del cine era el artista de la rotulación don José María “Chema” Estrada, heredó el oficio a sus hijos, entre ellos a Carlos “Camoché” que también fue radioperiodista y que desde hace algunos años, junto con su familia, vive en los Estados Unidos.

MAS RECUERDOS

Otro granadino que recuerda los cines de Granada, y sobre todo las películas mejicanas donde actuaban Miguel Aceves Mejía, las comedias con Mantequilla, Tin Tan, Cantinflas y otros, es Pablo José Pavón Arias de 65 años de edad.

En el Cine Granada donde hoy es la casa del Frente Sandinista, en la Calle Atravesada, se presentó el conocido José María Peñaranda, el colombiano, con sus canciones de doble sentido y su pegajoso ritmo.

En el cine Colonial había un patio que era a la vez, luneta y palco, “la rascadera era fina, debido a los insectos chupa sangre conocidos como jelepates”, por el día se escondían en las hendijas de los asientos, ponían sus huevos y se multiplicaban, la gente se sentaba y al rato comenzaba la movedera por la comezón que producían. Al ser destripados “jedían”, afirma y se pone a reír, los tales bichos se metían en distintas partes del cuerpo y donde menos alguien los deseaba, las rascaditas eran discretas, de hombres y mujeres.

La clientela de los cines provenía de todos los barrios granadinos, de Pueblo Chiquito, La Ceiba, Calle Nueva, El Arsenal y otros, se pagaba 50 centavos, después llegó a costar un córdoba con 50 centavos.

El Cine Granada era del señor Carlos Lacayo Vivas, surgió en la década de los 60. Otro cine fue el Hilda en la Calle La Calzada, pero ahora está cerrado. .

En el Teatro González, una placa indica que allí vivió el general Fruto Chamorro, último Director del Estado y Primer Presidente de Nicaragua.

LAS CAJITAS DE CINE

Recuerda don José que cuando él era chavalo conoció unas “cajas de cine” que tenían un lente a través del cual se miraba una serie de fotografías montadas sobre un cilindro. Se le daba vuelta a una manigueta a la velocidad que uno quisiera y los personajes de las fotos se movían al caer las fotos una después de otra. “Costaba 10 centavos la mirada”.

Algunas de esas cajas estaban donde Los Marenco y otras en la casa de don Francisco Tercero y otros lugares comerciales, se les cambiaban los rollos de gráficas al gusto del cliente.

En el cine Bertini –dice-, se hicieron presentaciones de teatro por temporadas, una de las compañías que visitaba ese local era la de Paco García, la principal actriz era Rosita Meléndez.

Los artistas intercambiaban regalos con el público, flores, adornos, perfumes y otros, señala don José, para recordar que las obras puestas en escena por la Compañía Encanto eran de canto, baile, drama y comedia.

Añorando esos tiempos se lamenta: “pero la televisión terminó con todo eso”.

Hay muy poco sobre el cine Bertini. El Colonial fue del señor William Hurtado actual propietario de los cines Karawala en la primera y segunda cuadra de la Calle Atravesada.  

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