- Más del 30 por ciento de los
principales desastres ocurridos en Latinoamérica entre 1972 y 1988 ocurrieron en Nicaragua - Caficultura perdió con el Mitch 57 millones de dólares
- Occidente una de las zonas más afectadas del país
LESLIE NICOLAS [email protected]
Los desastres naturales ocurridos en Nicaragua en los últimos años han venido minando la economía del país y en especial han afectado mayoritariamente al sector agrícola.
Datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) indican que en los últimos 26 años los daños económicos provocados a Nicaragua por los desastres naturales ascienden a 6,200 millones de dólares. Si esta cifra se distribuyera anualmente, los daños serían aproximadamente de 238 millones de dólares al año.
Hugo Torres, de Techno Serve, organismo privado dedicado a mejorar el bienestar económico y social de personas de escasos recursos, explicó que a partir de 1980 se han dado una serie de huracanes que han afectado los diferentes ciclos productivos del país y por ende los resultados de las cosechas.
“Huracanes como Alleta, Juana, César y Mitch se ensañaron sobre extensas zonas agrícolas del país. A esto hay que agregar las pérdidas en vidas humanas que fueron de 3,258 nicaragüenses, las que provocaron fenómenos como las tormentas Bret, Gert, Lily, Marcos y Andrés”.
Torres indica que, de los 28 mayores desastres ocurridos en América Latina y el Caribe entre los años 1972 y 1998, se sabe que nueve de ellos (el 31 por ciento) tuvieron lugar en Nicaragua.
“Lo que quiere decir que la cuarta parte de los desastres que asolaron el continente en los últimos 30 años, ocurrieron en Nicaragua”. Lo que para Torres debería ser un índice a no descartar cuando el sistema financiero vaya a tomar alguna decisión con el sector agrícola en especial.
“Los líderes del sector agrícola han fracasado no por falta de iniciativa, no por falta de capacidad de riesgo, sino porque las amenazas han superado cualquier cálculo racional, los cambios climáticos han descargado toda su furia en este pequeño país”.
CAFICULTURA LA MÁS AFECTADA
El cultivo del café por su condición de siembra (en laderas) en zonas de baja temperatura climática, es considerado como el más afectado entre los cultivos tradicionales, al momento de un desastre natural.
El Huracán Mitch ocasionó a la caficultura pérdidas por el orden de los 57 millones de dólares, destrozando, plantaciones completas, infraestructura física (beneficios húmedos) y cosecha perdida.
Por otro lado, efectos posteriores del Mitch provocaron que la cosecha cafetalera 2000-2001 disminuya hasta en un 35 por ciento, en comparación a lo obtenido en la cosecha pasada.
Amílcar Navarro, presidente de la Unión Nicaragüense de Cafetaleros (UNICAFE), afirmó que el cultivo del café es el más expuesto a los desastres naturales debido a que por su condición permanente una vez que es arrasado por un huracán (como el Mitch), difícilmente se puede recuperar a lo inmediato.
Y es que esta planta para poder desarrollarse y dar fruto tiene que esperar un período de cuatro años y si se quieren obtener rendimientos altos hay que esperar después de los cuatro primeros años, cuatro cosechas seguidas, en las que se deben de fortalecer los plantíos con buenos fertilizantes.
Navarro explica que los efectos de un desastre natural, en el caso de la agricultura y en especial del café, se ven a largo plazo.