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Ortega oró antes de someterse a la operación de corazón abierto

Minutos antes de entrar al quirófano, un médico lo llamó aparte para rezar Asegura que la intensa actividad para “buscar salidas” a Nicaragua le provocó el estrés, le recomendaron retirarse de la política, pero él dice que no De ahora en adelante, cero chicharrones para el general Miguel Díaz S. (ACAN-EFE) SAN JOSÉ.- Aferrado a […]

  • Minutos antes de entrar al quirófano, un médico lo llamó aparte para rezar
  • Asegura que la intensa actividad para “buscar salidas” a Nicaragua le provocó el estrés, le recomendaron retirarse de la política, pero él dice que no
  • De ahora en adelante, cero chicharrones para el general

Miguel Díaz S. (ACAN-EFE)

SAN JOSÉ.- Aferrado a una oración a Dios, la disciplina “y al más humano miedo”, el general retirado sandinista y ex ministro de Defensa de Nicaragua, Humberto Ortega, logró superar una grave dolencia cardiaca que le puso al borde de la muerte, en Costa Rica.

En su primera conversación con la prensa, tras ser dado de alta anoche por el cardiólogo costarricense, Eduardo Sáenz, Ortega recibió a varios medios de comunicación, entre ellos ACAN-EFE, en una sala de la clínica privada donde el pasado sábado ocho médicos le practicaron una operación a corazón abierto para corregir una deficiencia cardiaca.

Ortega, de 53 años y enfundado en una sencilla deportiva color gris y de hablar pausado, reconoció que uno de los momentos más difíciles que vivió fue cuando uno de los médicos le llamó aparte pocos minutos antes de la operación “para hacer una oración, y sentí la posibilidad cierta de morir”.

“Hicimos una oración muy humana ante las creencias más profundas que uno tiene de los conceptos más filosóficos y amplios de Dios”, expresó el ex jefe del Ejército de Nicaragua.

La confianza en los médicos y en el sistema de salud de Costa Rica, una enorme disposición optimista y disciplina, “me han permitido recuperarme en diez días”, declaró Ortega, que tenía previsto unos 22 días para recuperarse.

Ortega señaló que aunque muchos en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) acogieron el marxismo, él se mantuvo cercano a los valores católicos, inculcados por su madre, de 94 años, y de quien “todavía guardo un escapulario que me dio”, poco antes de partir a la clandestinidad a los 16 años para luchar contra la dictadura de Anastasio Somoza.

“Este dramático momento de poner mi vida en manos de la ciencia, de los médicos costarricenses, indiscutiblemente reforzó mi fe, mi convicción de que la fuerza espiritual es determinante, vital, para poder vencer los obstáculos que nos presenta la vida”, expresó.

Según explicó, su padecimiento cardiaco devino de la situación de estrés a que ha estado sometido en los últimos años, por sus preocupaciones de buscar la consolidación de una sociedad democrática y moderna.

Nicaragua “puede verse envuelta nuevamente en la violencia si no se logra un sentido de nación más claro, de unidad, que permita construir a largo plazo una nación moderna, no importa quién gobierne, pero sí con el compromiso para sacar adelante al país”, dijo.

Todavía “tenemos problemas de pobreza, desempleo y un sentido muy fuerte de polarización que no permite desarrollar un concepto de nación más desarrollado. Esas son las cosas que me causan estrés”, explicó Ortega.

“Aquí pensé en que esa posibilidad (de la muerte) estaba presente”, dijo.

Reveló que “el momento en que como ser humano en que el miedo, que es lo más humano que tenemos, y lo más importante para demostrarse que se tiene entereza y valor, y ese temor humano lo tuve cuando el cirujano me dijo que rezáramos, porque en última instancia era Dios quien disponía de nuestras vidas”, dijo.

Pese a someterse a las recomendaciones médicas, Ortega, afirmó que no abandonará su lucha política, pues insistirá en la necesidad de “construir una nación nueva”.

Pese a continuar convaleciente, Ortega bromea y acepta que sus hábitos alimentarios casi logran lo que las balas de sus enemigos militares y políticos no lograron durante décadas.

Humilde acoge la recomendación médica de no abusar de los “chicharrones”, carne de puerco muy apetecida en Nicaragua.  

Política

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