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Los pagos que Nicaragua debía honrar al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), no fueron cancelados porque para 1996 ya estaba comprometido a negociar el total de la deuda externa con el Club de París, lo cual impedía hacer pagos bilaterales, explicó Antonio Lacayo, ex ministro de la Presidencia del Gobierno de doña Violeta Barrios de Chamorro.
Lacayo Oyanguren explicó que el plan de renovación cafetalero que se ejecutó durante el gobierno de Chamorro, tenía por intención generar empleo en las zonas de guerra, que eran precisamente Matagalpa y Jinotega, departamentos con los más altos índices de producción de café del país.
“Pensamos que la actividad cafetalera podía ser buena y acudimos al BCIE, después de analizar la propuesta nos aprobaron el proyecto y se manejó a través de los bancos como el BANADES y algunos privados”.
El crédito estaba programado a desembolsarse durante cuatro años, tomando en cuenta que ese es el período que necesita una planta de café para producir.
“Los primeros dos años caminaron bien, hasta que el BCIE solicitó el pago de las deudas contraídas por Nicaragua, años anteriores, el Banco Central se dio cuenta que los préstamos que se obtenían solamente servían para pagar las deudas externas, por lo cual se tomó la decisión con apoyo del Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo que toda la deuda del país debía negociarse en su conjunto en el Club de París y suspender las establecidas bilateralmente”, explicó Lacayo.
“Como no se pudo pagar, el BCIE paró el desembolso para el programa de renovación cafetalera, después algunos bancos decidieron con recursos propios financiar con fondos de corto plazo, el resto del programa”, agregó Lacayo.
El ex ministro de la Presidencia, aseguró que “no había posibilidades de continuar esos pagos bilaterales. En esos años Nicaragua apenas tenía exportaciones de 220 millones de dólares y los precios del café andaban por los 60 dólares”.
Con la suspensión de los fondos empezaron a surgir los problemas de endeudamiento que enfrentan actualmente los cafetaleros “y ojalá que el actual gobierno, que cuenta con condiciones económicas más favorables, pueda encontrar una alternativa para resolver el problema”, dijo.