- El vehículo circulaba entre 60 y 80 kilómetros por hora sobre la Carretera Panamericana
frente a la Shell Ramos, pero según la Policía en ese lugar la velocidad tiene que ser entre 10 a 25 kilómetros por hora
ADOLFO OLIVAS – [email protected]
LAS SEGOVIAS.- Una pobre familia quedó en la orfandad sin ninguna indemnización después que el Juez Local Unico de Ocotal, Mario José Barberena Rodríguez, liberó de toda culpabilidad a un funcionario de una empresa sueca que atropelló mortalmente al ciudadano Rory Donato Sandoval Ponce.
La inspección ocular de la Dirección de Seguridad de Tránsito de la Policía de Ocotal indica que Ernesto William García Castillo, conductor del vehículo placas 198-148, viajaba a una “velocidad de 60 kilómetros por hora violentando la ley de Vehículos y Tráfico Número 228 Arto.32”, cuando circulaba frente a la Shell Ramos de la ciudad de Ocotal.
Este artículo prescribe que “Al aproximarse a los cruces de calles, de caminos y de la línea férrea a nivel, en el descenso de pendiente y en los lugares que en la configuración del terreno o de la vía lo aconseje, las anteriores velocidades deberán ser reducidas a menos de la mitad”.
La camioneta que conducía García Castillo atropelló al ciclista Sandoval Ponce cuando salía a la Carretera Panamericana, y al que no pudo esquivar porque el vehículo circulaba a alta velocidad, según lo señala la inspección ocular de la Policía de Ocotal.
El Juez Local Unico de Ocotal, Mario José Barberena Rodríguez, absolvió del delito de homicidio culposo a García, licenciado en Ecología y Medio Ambiente y funcionario de una empresa sueca radicada en ese municipio.
Rory Donato Sandoval Ponce (32) “dejó huérfanos a dos niños, a una esposa viuda y a una adolorida madre que siempre confiaron en la justicia”, afirma Keneth Guardado Savillón, abogado de la familia ofendida.
Guardado Savillón, que reside en la ciudad de Estelí, apeló la sentencia del judicial pidiendo que se condene a William García Castillo por ser el autor del delito de homicidio culposo de quien en vida fuera el señor Rory Donato Sandoval Ponce, y que se obligue a pagar los daños y perjuicios ocasionados en virtud del ilícito cometido.
En el expediente judicial los testigos que presenciaron el accidente declararon que el vehículo circulaba entre 60 y 80 kilómetros por hora sobre la Carretera Panamericana frente a la Shell Ramos, Pero según la Policía en ese lugar la velocidad tiene que ser entre 10 a 25 kilómetros por hora.
“El Juez no falló apegado a la ley ni con justicia y su sentencia deja mucho que desear por los constantes y evidentes vacíos que reflejan sus considerandos motivados en una sola dirección: culpar a la víctima”, alega el abogado Guardado Savillón.
El Juez Barberena Rodríguez argumenta su sentencia en que “Si bien es cierto que el vehículo camioneta venía a una velocidad aproximada de 40 a 45 kilómetros por hora en una vía donde no existen señales de tránsito, también es cierto que el ciclista venía saliendo de una calle donde existía una señal de tránsito con la advertencia de alto”.
“El artículo 35 de la Ley de Vehículos y Tráfico establece que en las carreteras tendrán prioridad los vehículos que circulen sobre la vía más ancha o principal, de lo anterior se considera que la delincuencia del procesado no está plenamente demostrada, no quedando más que resolver conforme a derecho”, expresa la sentencia judicial.
“El conductor Ernesto William García Castillo fue imprudente, actuó con impericia, negligencia y violó la Ley de Vehículos y Tráfico, es insólito que la víctima pasó a ser victimario, y el victimario pasó a ser víctima”, afirma en su escrito de apelación.
El recurso de apelación fue interpuesto ante la Juez de Distrito del Crimen de Nueva Segovia, doctora Mauribell Ortiz Escoto.