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El amor en tiempos del condón

Si uno fuera paranoico, luego de escuchar, ver y leer los mensajes para uso de preservativos, no le quedarían dudas de poner a “hervir” a su pareja antes de tener relaciones sexuales. En los casos menos extremos, podríamos llevar una lista de preguntas sobre nuestros antecedentes sexuales, el “certificado” de no estar infectados por algún […]

Si uno fuera paranoico, luego de escuchar, ver y leer los mensajes para uso de preservativos, no le quedarían dudas de poner a “hervir” a su pareja antes de tener relaciones sexuales. En los casos menos extremos, podríamos llevar una lista de preguntas sobre nuestros antecedentes sexuales, el “certificado” de no estar infectados por algún virus raro y hasta por último, preguntarnos si nos atraemos. El amor en los tiempos del condón se ha convertido en algo que ha concretizado y llevado a su máxima expresión la conducta nacional: La desconfianza.

Si al nivel político ya nadie confía en el otro, en el sexual, los medios han lanzado preguntas que tal vez antes nadie se hacía: “¿Sabés con quién te estás acostando?” que recuerda al título de la película: “Durmiendo con el enemigo”.

En el centro del debate está el condón y no sólo en Nicaragua. En una ocasión, en una estación de tren de Tokio, leí un mensaje que decía: “¿Querés saber un pequeño secreto sucio?: Los condones no salvan la vida”.

Placer, sexo, moral, salud, seguridad, satisfacción, todas estas palabras ahora pasan bajo sospecha y llegan a un callejón sin salida. Una realidad que está matando a la humanidad: El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) o el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y las enfermedades de transmisión sexual.

Sin embargo, su uso es discreto entre los jóvenes nicaragüenses. De 2,912 encuestados, solamente 6 por ciento aseguró usar condón al momento de tener relaciones sexuales, de acuerdo a la “Encuesta Nicaragüense de Demografía y Salud 1998”.

OFENSIVA PUBLICITARIA

Margarita Gurdián, miembro de la Comisión Interagencial de Salud Reproductiva, proporcionó cifras más recientes sobre el uso del condón en Nicaragua. De cada cien personas, solamente dos lo utilizan al momento de tener relaciones sexuales.

“La realidad es que tenemos a nivel centroamericano, la tasa más alta de embarazos en jóvenes de entre 15 y 19 años con un promedio de una joven embarazada de cada dos adolescentes y con un promedio de 3.9 hijos pasados los 20 años”, señaló.

En 1997 unas 30 Organizaciones No Gubernamentales iniciaron la campaña: “Juntos decidimos cuándo”, que incluía el “uso correcto” del condón como método de prevención y; desde abril de este año se realizan técnicas de mercadeo para promover el condón Body Guard, cuyo paquete de tres unidades se vende a C$ 10 córdobas.

Desde el inicio de la campaña hasta la fecha, “hemos distribuido un poco más de medio millón de condones” en todas las farmacias del país, dijo Gurdián.

La campaña es para ofrecer un producto “más efectivo, sencillo y de excelente calidad” para prevenir enfermedades de transmisión sexual, SIDA y embarazos no deseados y, “así los jóvenes no verán cortados sus proyectos de vida porque la realidad es que querámoslo o no, están teniendo relaciones sexuales desde los 15 años”, agregó Gurdián.

PELIGRO NO SE PERCIBE

Pero entre los jóvenes “el peligro entre un embarazo y el contagio con el virus del SIDA, no se percibe”, aseguró Marylin Mora, miembro de la Comisión Nacional de Lucha contra el SIDA por parte de la sociedad civil.

Mora indicó que mensualmente se distribuyen unos 90 mil condones en todo el país. La cantidad anual, aunque sobrepasa el millón de preservativos, resulta mínima ya que se estima que la población juvenil –entre 15 y 24 años—oscila en casi dos millones.

“El problema del uso del condón es que tiene que ver con el estilo de vida de la persona, las concepciones, el machismo y el entorno social”, pero, “sin condón o con condón, los jóvenes van a tener relaciones sexuales y es mejor trabajar para prevenir lo que más tarde puede ser inevitable”.

En Nicaragua oficialmente hay 533 personas portadoras del virus que desencadena el SIDA, de las cuales, el 57 por ciento lo adquirió por contacto heterosexual, un 19 por ciento homosexual, 11 por ciento bisexual, un 10 por ciento por drogas de administración intravenosa, un dos por ciento postnatal y un uno por ciento por transferencia sanguínea.

Mora afirmó que en Estados Unidos, con la promoción del condón, “se ha estabilizado el comportamiento del contagio del virus y esperamos que lo mismo suceda en Nicaragua. La promoción del uso de condones, no significa un aumento de la peligrosidad de contagio, sino que realmente hay un problema que amenaza con volverse más profundo y debemos actuar”.

La Ministra de Salud, Mariangeles Argüello, afirmó que “lo que el MINSA puede hacer es darle a conocer a la población cuáles son los riesgos de contraer la enfermedad y que no tiene cura”.

En El Salvador y Nicaragua a nivel general, un 60 por ciento de la población utiliza algún tipo de anticonceptivo, mientras que en Honduras llega a un 50 por ciento y Guatemala a solamente el 31 por ciento.

USAR CONDON ES JUGAR A LA RULETA RUSA

Son las cuatro de la tarde de un día cualquiera. Una oficina y una joven recepcionista que pide una espera de una hora, mientras el doctor atiende a dos pacientes.

Una pared de vidrio deja pasar escarchas de oro del sol que se cuelan entre las ramas de los árboles y que se estrellan en un “retrato” del proceso de gestación. Hay 38 fotos mostrando las diferentes etapas del desarrollo del feto.

A la izquierda, en otra pared, hay también una fotografía blanco y negro horizontal de médicos del curso y residencia de Ginecología, fechada en México, del primero de marzo de 1966 hasta el 29 de febrero de 1969.

Había contado 19 personas cuando la secretaria pidió que pasara. El doctor Rafael Cabrera escucha las preguntas, pero ya está preparado: “Usar condón es como jugar a la ruleta rusa”. ¿La razón?, una operación de probabilidades.

“El condón tiene agujeros de cinco micras y el virus del SIDA tiene 0.5 micras de diámetro”, refirió y además, “el condón tiene fallas estructurales y fallas que se dan por las condiciones de almacenamiento, transporte, temperaturas que hacen que el material de látex se haga más frágil o se rompa, de manera que si uno cree por usar un condón está protegido de la posibilidad de embarazo y contraer SIDA u otra enfermedad de transmisión sexual, está equivocado”.

Además, el Dr. Cabrera está convencido de que “los países desarrollados envían a Latinoamérica, lotes de condones que no han pasado las pruebas de control de calidad”.

Dos imágenes religiosas dominan las esquinas superiores del consultorio médico. Trato de identificar las fotografías de seis preciosos niños, mientras el Dr. Cabrera asume una posición más relajada en su silla.

“La difusión publicitaria de este artefacto, lo único que está logrando es un negocio para los fabricantes, importadores, distribuidores y vendedores, sin importarle el riesgo que corre el que lo usa. Promover el condón es promover el libertinaje sexual, la promiscuidad y a mayor número de contacto, mayor riesgo”, señaló. “Estadísticamente se ha demostrado en el mundo, que la epidemia del SIDA no se detiene y en Nicaragua también, a pesar de la propaganda. Esta propaganda es una falsedad. Si uno compra zapatos y salen defectuosos, se puede reclamar, pero no se le puede reclamar a nadie cuando alguien se contagia del SIDA”, añadió.

A su juicio, el condón no es la solución para prevenir la expansión del SIDA ni de otras enfermedades de transmisión sexual. Le resulta más confiable la abstinencia y la fidelidad entre las parejas, aunque este método no se divulga tan profusamente a nivel social.

“En las campañas no se promueve la fidelidad ni la abstención porque no es negocio. Es negocio vender condones, las medicinas, instrumentos para hacer análisis, pero no esos valores de una sociedad sana”, refirió.

Concluyó que ”la cultura sexual de los jóvenes está manipulada por los medios de comunicación, de una educación sexual a una “zootecnia sexual”, que está llevando a la sociedad a un despeñadero”.

TABU EN LA FAMILIA

El psicólogo clínico Edmundo Lacayo habla sin tapujos. “Los jóvenes se acuestan con cualquiera y a veces no saben con quién están la semana siguiente. Es inútil engañarnos así. El fenómeno güegüense sigue existiendo”, refirió.

“Las familias no quieren hablar sobre esto y se lo dejan a la escuela e igual se va convirtiendo en un problema que todos lo evitan y los jóvenes terminan aprendiendo en la práctica”.

Lacayo, orientador del Colegio Centroamérica, afirmó que “no estoy en contra de que se difunda el uso del condón, sino de un énfasis en educación sexual porque el problema es que los jóvenes no lo usan y mientras no haya educación fuerte, científica, sin mitos, tabúes, prejuicios políticos, ideológicos o religiosos, la juventud seguirá sin usarlo”.

Finalmente, insistió que la sociedad “está fomentando” que los jóvenes inicien a temprana edad la vida sexual.

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HISTORIA CURIOSA

En el siglo XIX un doctor de apellido Condon fabricó para Carlos II lo que hoy es el artefacto anticonceptivo más famoso y controvertido del mundo.

En algunos murales egipcios se afirma que aparecen miembros cubiertos con una envoltura aparentemente de fibra vegetal.

Suele también atribuírsele a los romanos la manufactura de condones con los músculos de sus enemigos muertos en combate.

Según algunos testimonios, la referencia escrita más antigua se remite al siglo XVI. El anatomista italiano Gabriello Fallopio, en su estudio sobre la sífilis titulado “De morbo gallico”, fechado en 1560, recomendaba utilizar una funda de tela fina bañada en un infusión de hierbas astringentes.

En 1646, las tropas realistas inglesas se rindieron en el castillo de Dudley, en Warwickshire. En sus hallazgos, la arqueóloga Stepanie Ratkai encontró cinco condones en las letrinas, convencionalmente fabricados con tejido animal.

En 1838, desarrolló tratamientos para la vulcanización de caucho, mezclándolo con polvo de azufre a temperaturas elevadas.

El siglo XX representó un cambio radical: el látex, aplicado desde los 30.

(Tomado del Internet)

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