- Clinton se disculpa por asunto Lewinsky, pero esto parece dañar a su vicepresidente
RON FOURNIERLOS ANGELES, EE.UU./AP
Al Gore, al igual que George W. Bush, desea tomar el tema de los valores morales en su campaña y distanciarse del escándalo sexual protagonizado por el presidente Bill Clinton, pero estos dos hombres complican su tarea.
Durante su convención nacional, los republicanos trataron de traer de nuevo a escena el disgusto de los votantes en relación con el juicio político contra Clinton, el año pasado. Usaron palabras clave como integridad, honor y decencia para reavivar los recuerdos sobre la aventura de Clinton con Mónica Lewinsky.
Gore lanzó contra ese antecedente su propia campaña de valores. En la semana que antecede a la Convención Nacional Demócrata, Gore nombró como su compañero de fórmula al senador Joe Lieberman, de Connecticut, el más explícito crítico demócrata de la conducta personal de Clinton. Los asesores describen la medida como un importante paso para distanciarse del presidente y del escándalo.
Criticó a una congresista californiana demócrata de origen hispano, quien planeó un evento de recaudación de fondos de una semana en la Mansión Playboy. Gore temió que eso podría disgustar más a los votantes que no siempre votan por el mismo partido, en especial a mujeres, que están pasándose al lado de Bush debido a su promesa de promover los valores familiares, señalan los aliados de Gore.
Habló constantemente sobre los valores de las familias trabajadoras estadounidenses y de su propia familia. Además, Gore y su esposa Tipper no han perdido oportunidad de hablar sobre su matrimonio.
A sabiendas de que él es el objetivo del “bombardeo” pro valores de la campaña de Gore antes de la convención, Clinton dijo el jueves que cometió un “grave error” con Lewinsky. Y sobre Gore, el presidente dijo: “Es seguro que ninguna persona justa lo culpará por cualquier error que yo haya cometido”.
Los asesores de ambos dicen que no saben con anticipación si el presidente pedirá directamente que no se culpe al vicepresidente. Gore dijo que aprecia las palabras del presidente.
Sin embargo, incluso los demócratas sospechan que al vicepresidente no le ayudó la más reciente declaración de culpa de Clinton. Simplemente recordó a los votantes por qué desean un cambio en la Casa Blanca.