- Nuevo presidente dominicano, Hipólito Mejía, designará un fiscal anticorrupción independiente del Ejecutivo
- Creará además “unidad de control de gastos” del Gobierno central
GILBERTO DIHIGOSANTO DOMINGO/NTX
El presidente electo de República Dominicana, Hipólito Mejía, prepara una verdadera cruzada contra la corrupción y se apresta a controlar “personalmente” los recursos del Estado una vez que juramente en el cargo el próximo 16 de agosto.
Entre las primeras tareas de Mejía, quien ganó los comicios del pasado 16 de mayo, estará la designación de un fiscal anticorrupción independiente del Ejecutivo y la creación de la “Unidad de Control de Gastos” para manejar con transparencia los recursos públicos.
El político del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) prometió durante su campaña llevar “hasta las últimas consecuencias” la lucha contra las irregularidades en la administración de los recursos del Estado y conducir un gobierno honesto.
Mejía estableció el compromiso de “mantener una conducta de rechazo y condena de toda forma de corrupción, exigiendo el mismo proceder a todos los funcionarios públicos” que lo acompañen en la Presidencia durante los próximos cuatro años.
El mandatario electo, conocido como un hombre de campo franco y enemigo de los formalismos, aseguró en uno de sus peculiares comentarios ante miembros de su partido que “aquí (en el próximo gobierno) se puede meter la pata, pero no la mano”.
El futuro jefe de Estado, quien recibirá la banda presidencial de manos de Leonel Fernández Reyna el miércoles entrante, estableció que la lucha contra la corrupción debe ser determinante en la postura del presidente como máxima autoridad de la nación.
El designado secretario de Finanzas, Fernando Alvarez Bogaert, adelantó que en el arranque de la administración Mejía será constituida la llamada “Unidad de Control de Gastos”, cuyo objetivo fundamental será el manejo transparente de los recursos.
La nueva institución, bajo la dirección del secretario Técnico de la Presidencia, iniciará su acción con un incremento al precio de los combustibles, una ampliación de la base de contribuyentes y la focalización del subsidio al gas licuado.
La lucha contra la corrupción ha sido una de las mayores demandas de la población luego de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961) y las irregularidades registradas durante los siete períodos presidenciales del caudillo Joaquín Balaguer.
Una reciente encuesta de la firma Hamilton encontró que el 47 por ciento de los dominicanos cree que el gobierno del PLD tiene más corrupción que los anteriores y el 69 por ciento consideró que deben perseguirse las irregularidades de la actual presidencia.