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La cunicultura, nueva alternativa productiva

Entre los países que consumen más carne de conejo están, Alemania, Holanda, Bélgica, Francia, Italia y España La crianza de conejos ha comenzado un proceso de especialización y perfeccionamiento Los dietistas modernos saben de la óptima calidad de la carne de conejo doméstico, ya que es totalmente carne blanca, que han consumido alimentos naturales y […]

  • Entre los países que consumen más carne de conejo están, Alemania, Holanda, Bélgica, Francia, Italia y España
  • La crianza de conejos ha comenzado un proceso de especialización y perfeccionamiento
  • Los dietistas modernos saben de la óptima calidad de la carne de conejo doméstico, ya que es totalmente carne blanca, que han consumido alimentos naturales y se han criado de forma higiénica en granjas especializadas. El conejo por su especial aparato digestivo no admite hormonas ni drogas de crecimiento

Tomado de Internet

La cría de conejos o cunicultura, para producción de carne, es una alternativa interesante si se tiene en cuenta que el mercado interno se encuentra aún insatisfecho, y las posibilidades de expansión son enormes, pues se trata de un alimento sano, prácticamente sin colesterol y con muy bajo contenido de grasa.

A medida que aumente la producción de esta carne delicada y exquisita, podrá ampliarse la colocación en el mercado. Incluso está todavía pendiente el estudio de la factibilidad de exportación, dado que se trata de un producto que tiene gran demanda, sobre todo en el mercado europeo.

Su explotación, aunque puede encararse a nivel familiar, sólo es rentable si se realiza industrialmente, con instalaciones modernas, aplicando métodos de cría avanzados.

Se requiere para ello una mínima capacitación. La unidad económica mínima puede establecerse en 200 hembras reproductoras, lo que permitirá tener para la venta entre 200 a 210 conejos semanales de 2,500 kilogramos, vivo cada uno.

Una sola persona, en una jornada de trabajo normal, puede atender un criadero de 600 hembras en producción.

Los dietistas modernos saben de la óptima calidad de la carne de conejo doméstico, ya que es totalmente carne blanca, que han consumido alimentos naturales y se han criado de forma higiénica en granjas especializadas. El conejo por su especial aparato digestivo no admite hormonas ni drogas de crecimiento.

Por otro lado, tiene menos de la mitad de sodio que otras carnes y es uno de los principales electrolitos a reducir en las dietas para eliminar peso (dietas sin sal), o para reducir la presión arterial o en enfermedades de riñón. Es la de más alto contenido en proteína de todas las que consumimos.

La única carne a recomendar para los que padecen arteriosclerosis y alto contenido de colesterol en su sangre.

Su carne es considerada, por análisis hechos en Los Estados Unidos e Inglaterra, como la mejor de todas las clases de carnes usadas en nuestra alimentación, ello se debe a su alto contenido de proteínas y bajo en grasas: en 100 gramos de carne de conejo hay sólo 50 mg. de colesterol; en aves, 90 mg.; en porcino 105 mg y en carne vacuna 140 mg.

La consideran como carne de dieta de fácil digestión y se utiliza en personas con tratamientos gastrointestinales. Evita la arteriosclerosis y el infarto cardíaco.

HABITA EN CLIMA CALIDO

El conejo doméstico, cunículum, es un mamífero doméstico de origen Europeo, principalmente español. Fue traído luego del descubrimiento de América (siglo XV), logrando adaptarse fácilmente a las condiciones ambientales. Existen muchas razas. Algunas sobresalen por su piel, como el Angora y el Rex; y otros por su carne, como la Californiana y Neozelandesa.

– Habitan en clima cálido; pero logran adaptarse, con facilidad, a lugares fríos y de mayor altitud. Su valor nutritivo, constituye una fuente de proteínas de alta calidad cuyos valores son ligeramente superiores a la carne de res. La probabilidad de contaminación de su carne es mínima, así como la posibilidad de infestación con parásitos.

– Se puede obtener apreciable cantidad de carne debido a la rápida reproducción, crecimiento y engorde. Su costo de alimentación es barata y además se saca beneficio de su piel para abrigos, zapatos, adornos y de sus excrementos como abono orgánico.

– Pueden comer desperdicios de chacra (granja), restos de cocina, pastos naturales, cebada, maíz, hojas de camote, girasoles, restos de yuca, zanahoria, sorgo. El agua es indispensable para su buen desarrollo.

– Lo que nunca se les debe dar, porque pueden morir, es el perejil, culantro, amapola y el garbancillo.  

Economía

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