- Intervención de la famosa familia del ex presidente JFK representa apoyo oficial de ala izquierda demócrata
Claudia Rahola, LOS ANGELES/AFP
Cuatro décadas después de haber nombrado candidato a John F. Kennedy (JFK) en Los Angeles, la convención demócrata rindió la noche del martes un emotivo homenaje al legendario presidente en una segunda jornada en la que entró también en escena el ala izquierda del partido.
“Al mirar esta sala, y este país, sé que el espíritu de mi padre sigue vivo”, lanzó Caroline Kennedy Schlosser, la hija del ex presidente asesinado en Dallas (Texas) en 1963, bajo una estruendosa ovación.
Poco dada a las apariciones públicas, Caroline, de 42 años, se sumó en esta ocasión al tributo en el que también participaron su tío, el senador Edward Kennedy, su primo, Robert Kennedy Jr., y otros dos miembros de la llamada “familia real” norteamericana.
En la víspera de la llegada a Los Angeles del candidato Al Gore, Caroline, enfundada en un elegante vestido sin mangas de color marfil, recordó los sueños que compartieron su padre y el del actual vicepresidente, el también difunto ex senador de Tennessee, Albert Gore, y que ellos heredaron.
“Ambos crecimos creyendo que podemos rehacer el mundo… con sólo intentarlo”, dijo la joven Kennedy, que entró en el escenario después de la presentación de un video sobre su padre, acompañada por la canción del musical “Camelot”, el apodo por el que era conocida la administración de JFK.
“Eso es lo que mi padre quiso hacer hace 40 años en esta ciudad, cuando (…) declaró la apertura de la Nueva Frontera”, el nombre de un programa en el que exhortaba a sus compatriotas a superar sus divisiones.
Uno tras otro, los Kennedy exhortaron a los norteamericanos a trabajar por una “Nueva Frontera”, un ideal que, según ellos, sólo sería posible alcanzar si Gore es elegido presidente el próximo 7 de noviembre.
“Y que dentro de 40 años, una futura generación pueda mirar hacia esta convención, y diga que fue aquí, bajo la dirección de Al Gore, donde nos preparamos para asegurar a todos nuestros ciudadanos el derecho fundamental a la asistencia sanitaria y Estados Unidos se atrevió a soñar otra vez”, señaló Edward Kennedy, senador de la patria chica de los Kennedy, Massachussets.
Kennedy encarnaba a la vez a su familia y a la izquierda del partido, cuyos máximos y más prominentes exponentes fueron los otros protagonistas de esta jornada, marcada igualmente por la llegada al Staples Center del compañero de fórmula de Al Gore, Joe Lieberman.
Otro orador fue el reverendo Jesse Jackson.