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Los “chayules” azotan nuevamente San Carlos

En San Carlos no se puede hablar de jornada de limpieza y recolección de basura si el camión de la Alcaldía se ausenta hasta 12 días de los barrios Tania Jiménez PenhaColaboradora/Río San Juan Después de pasar dos meses sin la presencia de los molestos insectos, los “chayules” reaparecen. Pronósticos poco alentadores estiman una plaga […]

  • En San Carlos no se puede hablar de jornada de limpieza y recolección de basura si el camión de la Alcaldía se ausenta hasta 12 días de los barrios

Tania Jiménez PenhaColaboradora/Río San Juan

Después de pasar dos meses sin la presencia de los molestos insectos, los “chayules” reaparecen. Pronósticos poco alentadores estiman una plaga de 10 años, mientras las autoridades del Minsa apuestan en las intervenciones y rociados cíclicos que les permita mantener una población de “chayules” que no interfiera en las actividades normales de la población, ni en la economía local.

Bayardo Gómez, epidemiólogo del Silais manifestó que el plan de rociado que realizan es para prevenir brotes de enfermedades transmitidas por vectores, pero está sirviendo para atacar la plaga del “chayul” que es muy sensible a cualquier tipo de insecticida.

Se está orientando nuevamente a la población para que se recojan los chayules “el problema es que el camión de la basura tiene 12 días sin pasar, y no se puede hablar de jornada de limpieza y recolección de basura, si la alcaldía no tiene 800 córdobas para el pago del combustible”, expresó el Dr. Gómez.

El equipo de entomólogos del Minsa central, realizó una investigación sobre este insecto, llegando a las mismas conclusiones de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Popular de Nicaragua (Uponic) de San Carlos.

El actual subdirector del Silais, Dr. Guillermo Rodríguez, quien en esa ocasión era el director de epidemiología, informó sobre los resultados de esas investigaciones “se experimentó con dos bacilos y una hormona inhibidora del crecimiento, y los productos químicos que utilizaron fueron insecticidas como el bectrón, cipermetrina y deltametrina, compuestos con los que ya se estaban rociando”, apuntó.

“Si bien no logramos exterminarlos, por lo menos se logró disminuir considerablemente a la población de chayules con el rociado y limpieza de maleza en las costas del lago”, aseguró.

El “chayul” es un insecto cuyo período de crecimiento de larva a adulto es relativamente corto, apenas 40 horas, lo que provoca que las tasas de reproducción fluctúen. Por esta razón, el rociado con insecticida debe hacerse de forma cíclica y sostenida.

Plagas no son problemas de salud pública

El subdirector del Silais señaló que el problema del “chayul” es difícil de exterminar para el Ministerio de Salud porque no es considerado como un problema de salud pública, “es problema de otras instituciones como el MAG-FOR y el Marena, manejarlos como control de plagas”, indicó.

El rociado “no sólo elimina al chayul, sino también a los vectores transmisores del dengue y la malaria. “Queremos retomar las actividades de rociado en el río, y ver si se puede remover de nuevo la vegetación costera que se ha vuelto a acumular, pero a diferencia de cuando realizamos estas actividades ahora estos terrenos están invadidos de agua y son criaderos de larvas”, dijo Azaría Escoto, director de enfermedades de transmisión vectorial (ETV).

Según Guillermo Rodríguez no hay montos presupuestarios específicos para los rociados como los que se destinaron durante la alerta epidemiológica, sino que están dentro de las actividades de malaria y dengue.

Siendo la malaria y el dengue la prioridad de la región, han logrado insertarlos dentro de estas actividades “aún no sabemos si los chayules permanecerán de forma constante y los montos de presupuesto que puedan destinarnos depende de estos factores. El Minsa central está apoyando para hacer modificaciones en los montos presupuestarios, y asignación de insecticidas”, reveló.

Rodríguez confía que las proporciones de la plaga no tendrán las dimensiones que tuvo en un inicio, es por esa razón que “las intervenciones las hacemos desde ahora, para no correr el riesgo de que los chayules aumenten y llegar a los niveles de intolerancia del comienzo”, puntualizó.  

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