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El refugio Bartola aprovecha la belleza escénica de la Reserva para promover el turismo.

Los “cuida monos” de la Reserva Indio-Maíz

El oficio de guardabosques no es fácil en un territorio asediado por invasores y traficantes de recursos naturales Judith VanegasEspecial para LA PRENSA Les llaman “los cuida monos” y no es un trabajo fácil. Eso lo sabe don Juan Manzanares, guardabosques de MARENA, que un día sobrevivió de milagro al ataque de invasores de tierra […]

  • El oficio de guardabosques no es fácil en un territorio asediado por invasores y traficantes de recursos naturales

Judith VanegasEspecial para LA PRENSA

Les llaman “los cuida monos” y no es un trabajo fácil. Eso lo sabe don Juan Manzanares, guardabosques de MARENA, que un día sobrevivió de milagro al ataque de invasores de tierra en el puesto de control La Bijagua, que él y otros tres guardabosques cuidaban en la Reserva Indio Maíz.

Recuerda que estaban a punto de finalizar su construcción cuando llegaron los invasores desde la comunidad de Samaria y hacha en mano, se pusieron a derrumbar todo lo que encontraban a su paso.

Manzanares se encontraba junto a sus colegas en un recorrido de control y al regresar encontraron a los pobladores de Samaria derrumbando el puesto. Le habían quitado la motosierra al constructor para botar los horcones y luego tumbaron un árbol para que desbaratara completamente la caseta. “¡Queremos a los cuida monos! ¡Queremos a los cuida monos!”, gritaba el grupo enardecido.

UNA TITANICA LABOR

Para cumplir con la tarea de control, el MARENA, como parte del proyecto de Manejo Sostenible de la zona amortiguamiento de El Castillo, tiene 12 guardabosques laborando en puestos de control en Bartola y en Aguas Zarcas.

Los guardabosques hacen recorridos para que no extraigan los recursos naturales, controlan el tráfico de gente que penetra a la reserva, reportan cuando hay invasión de colonos, controlan la caza ilegal, y él tráfico de flora y fauna.

El proyecto Manejo Sostenible de la zona de Amortiguamiento de El Castillo, intenta proteger los recursos naturales y la biodiversidad de la Reserva Indio-Maíz, procurando que los campesinos de las comunidades aledañas se asienten en el territorio que ocupan y no sigan empujando la frontera agrícola hacia la Reserva.

Para ello, el proyecto mejora las condiciones de la población del “área de amortiguamiento” que es como se le llama al cinturón que rodea la Reserva, al brindarles alternativas productivas y ejecutar trabajos de infraestructura social.

Dicho proyecto es financiado por DANIDA con 2.7 millones de dólares en la segunda fase 2000-2002 y es ejecutado por MARENA, OTR, la Municipalidad de El Castillo y FUNCOD.

MARENA tiene la responsabilidad durante esta segunda fase de elaborar y aprobar el plan de manejo de la Reserva Biológica Indio-Maíz. Además trabajar en un sistema de prevención y control de los invasores de la reserva, otro de control y monitoreo de uso de recursos de la zona de amortiguamiento, y en la sensibilización y educación ambiental. También tiene previsto construir dos puestos de control más.

SEGURIDAD SOBRE LA TIERRA

La OTR trabaja en la legalización para garantizar estabilidad a los colonos y proteger la Reserva.

Don Cirilo Fernández López, líder de la comunidad de Boca de Escalera señala que “el proyecto construyó la escuela, tenemos radio comunicación, pozo comunal, y recibimos capacitaciones de cómo organizarnos y ejecutar los proyectos”.

Además señala que en su comunidad “el proyecto impulsó la titulación ya que sólo mi familia tenía título y ahora hay 45 parceleros que fueron titulados, solucionando así muchos conflictos”.

Su vecino, don Concepción Jirón, vive ahí desde hace ocho años. Antes vivía en Villa Sandino, Chontales, de donde se fue por la guerra hacia Costa Rica, para luego regresar a Nicaragua y asentarse en esa zona del Río San Juan. Las tierras que posee fueron tituladas a través del proyecto.

“Ahora mis ocho hijos y mi mujer nos sentimos seguros y cuidamos esta tierra, respetamos el bosque en la finca. Yo mantengo el bosque. De las 50 manzanas sólo 10 las tengo con yuca”, relató.

TITULAR PARA ASENTAR

El Ing. Byron Baltodano Campo, coordinador de la OTR, informó que ya se entregaron 1,032 títulos de propiedad y está previsto legalizar 900 parcelas en 21 comarcas, resolver el 95% de los conflictos agrarios, y sensibilizar a la población sobre aspectos legales de la tenencia. Asimismo, hay que medir y corregir datos para rectificar los títulos que tenían algunas personas.

Señaló que ha habido un impacto positivo con el proyecto, al permitir la solución de muchos problemas de propiedad. La primera fase, reconoce, se rigió por criterios políticos, ya que se consideraba la zona de Río San Juan como el bolsón o remanente de tierra que daría solución a la demanda de los desmovilizados del Ejército y la Resistencia Nicaragüense.  

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