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Insultos, abucheos y reclamos recibió el presidente Arnoldo Alemán cuando llegó a inaugurar el servicio eléctrico al barrio “Pueblos Unidos”, de Ocotal.

Azarosa gira presidencial en municipios de Nueva Segovia

En Ocotal lo abuchearon en un barrio, y en Jalapa se cruzó palabras con el alcalde Fabián Medina y Alina Lorí[email protected] La gira que el presidente Arnoldo Alemán realizó esta semana por cinco municipios de Nueva Segovia, estuvo salpicada de sinsabores para el mandatario. La visita el jueves, al barrio Pueblos Unidos, de Ocotal, comenzó […]

  • En Ocotal lo abuchearon en un barrio, y en Jalapa se cruzó palabras con el alcalde

Fabián Medina y Alina Lorí[email protected]

La gira que el presidente Arnoldo Alemán realizó esta semana por cinco municipios de Nueva Segovia, estuvo salpicada de sinsabores para el mandatario.

La visita el jueves, al barrio Pueblos Unidos, de Ocotal, comenzó con malos presagios. Desde el día anterior se regó el rumor de que un grupo de simpatizantes del Frente Sandinista se apostaría para hacerle reclamos en el lugar donde el presidente inauguraría el servicio de luz pública.

Los rumores se confirmaron cuando al día siguiente, mientras una profesora hacia esfuerzos para mantener en fila a una veintena de niños que se tostaban al sol con banderitas azul y blanco en las manos por donde debía pasar el presidente, en el barrio Pueblos Unidos, unas cuantas casas izaron banderas rojinegras y colocaron otra más donde estaba la tarima a la que subiría Alemán. Al fondo dos altoparlantes bañaban con música sandinista el lugar, mientras en otro extremo una decena de ciudadanos aguardaba la llegada del mandatario con pancartas: “Alemán, ¿por qué no inaugurás la terraza de Byron” o “Agradecemos a la alcaldesa por sus gestiones hoy tenemos luz”.

—¿Puede pasar algo aquí ahora?

“No”, contestó rotundo el jefe de seguridad. “Protestar puede protestar cualquiera, todo es que no se pasen de eso”.

—¿Pero podrían salirse de control estás personas?

“No creo. Eso depende de la gente que ponga aquí la otra parte”.

A las nueve y media el Presidente y el grupo de simpatizantes, que algunos llaman portátil, irrumpieron en el lugar. La Policía replegó a los protestantes que nunca pasaron de la treintena y fueron contenidos en la parte posterior del acto por un ralo cordón policial.

Los mariachis, vestidos de rojo liberal, apenas se oían entre los insultos que se dispensaban uno y otro grupo. Incluso el discurso del presidente Alemán fue apenas escuchado y apenas vitoreado mecánicamente por el grupo cercano a la tarima, mientras el resto seguía sintiéndole gusto a los dimes y diretes que se cruzaban con los sandinistas.

A este acto no fue invitada la alcaldesa de Ocotal, Martha Adriana Peralta, de filiación sandinista.

El día anterior, el presidente Alemán se metió a problemas en Jalapa cuando se le dio la palabra al alcalde sandinista Humberto Pérez.

“Me parece que la asesoría del presidente Alemán ha estado un poco deficiente. Las escuelas que hoy viene a inaugurar fueron inauguradas a inicios de este año e incluso este año saldrán los primeros egresados”, disparó Pérez.

Alemán que nunca ha sido hombre de quedarse callado tomó el micrófono y con el tono altanero que usa para esas ocasiones ripostó:

“Con el perdón del señor alcalde quiero decirles, Jalapa hasta el cinco de noviembre está prestada a los sandinistas, porque de ahí será nuestra”.

En el barrio Pueblos Unidos, de Ocotal, Alemán se despachó el discurso rápidamente, seguramente queriendo salir rápido de ahí, y por enésima ocasión relató la anécdota del burro que desbarata a patadas el establo que a muchos carpinteros les costó trabajo construir.

Mientras el presidente salía raudo del lugar, los protestantes, libres ya del cordón policial insultaban a los últimos de la portátil que abandonaban el barrio apretujados en camionetas y buses.

Una que otra pedrada salió volando sin mayores consecuencias, y al final el lugar quedó tan solo como estaba al principio. En el suelo, unos niños jugaban a patadas con una pancarta abandonada que decía: “Cosechar donde no se ha sembrado es estar loooco”.   

Política

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