ACAN-EFE
TEGUCIGALPA. Indígenas hondureños terminaron el miércoles una huelga de hambre que mantenían en Tegucigalpa y la ocupación del parque arqueológico maya de Copán Ruinas, tras acceder el Ministerio Público a reintegrar a un fiscal destituido.
Sin embargo, el ex fiscal de Etnias y Patrimonio Cultural, Gilberto Sánchez, promotor de la movilización de los aborígenes, anunció que, oficializada su restitución, renunciará del cargo porque éste ya no le interesa sino que era una “lucha de dignidad”.
El fiscal general, Roy Medina, y dirigentes del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas (COPIN) firmaron ayer un acuerdo para acabar con el conflicto, luego de unas negociaciones que comenzaron el martes por la noche, tiempo local.
Sánchez denunció hace varias semanas que había sido separado del cargo por razones políticas, y desde la pasada semana estaba en huelga de hambre con un grupo de indígenas lencas frente al Ministerio Público.
Otra veintena de aborígenes estaba en ayuno desde el lunes en un puesto policial de las afueras de Tegucigalpa porque el ministro de Seguridad de Honduras, Gautama Fonseca, ordenó que se impidiera su entrada a la ciudad.
También desde el lunes unos 500 chortís ocupaban el parque maya de Copán Ruinas, lo que causó fuertes pérdidas económicas a los empresarios del turismo porque cientos de visitantes no pudieron ingresar al lugar.
El acuerdo firmado ayer establece otros compromisos relacionados con la satisfacción de varias necesidades socio-económicas de los aborígenes hondureños, que siempre han vivido en la pobreza y el abandono.