- “Se pierde confianza en la capacidad de la ONU para marcar la diferencia entre la guerra y la paz”, dijo el
secretario general - Veto de 5 miembros permanentes bloquea a veces pronta reacción a crisis locales
AFP
NUEVA YORK. El mundo está perdiendo confianza en la capacidad de las naciones más poderosas para garantizar la paz a través del Consejo de Seguridad, advirtió el jueves el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.
“Decir que los ojos del mundo se dirigen hacia ustedes es decir poco y mucho al mismo tiempo”, afirmó Annan ante la reunión de jefes de Estado y de Gobierno -la segunda de la historia- de los países miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
“Es poco, porque el destino de las generaciones futuras podría verse afectado por las decisiones de esta cumbre”, y “es mucho, porque muchas personas de esta generación están perdiendo confianza en la capacidad de la ONU para marcar la diferencia entre la guerra y la paz”, explicó.
Asisten al encuentro los presidentes de China, Jiang Zemin; de Francia, Jacques Chirac; de Rusia, Vladimir Putin; de Estados Unidos, Bill Clinton; y el primer ministro británico, Tony Blair. Todos estos países son miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
La primera cumbre del Consejo se realizó en enero de 1992, presidida por el entonces jefe del Gobierno británico, John Major. En aquella ocasión, se abordó el papel de esa instancia de Naciones Unidas tras el fin de la guerra fría, durante la cual se había visto paralizada a menudo por el veto de alguno de sus cinco miembros permanentes.
Ante los quince miembros del Consejo (los cinco permanentes y los diez que rotan cada dos años), Annan advirtió acerca de los riesgos de una “crisis de credibilidad”.
“Muchas comunidades vulnerables en demasiadas regiones del mundo no esperan que las Naciones Unidas acudan a asistirlos cuando están en la necesidad”, afirmó.
w SESION DE AYER CON
ÉNFASIS EN ÁFRICA
La reunión del jueves está concentrada en Africa, ya que la ONU mantiene en Sierra Leona su mayor contingente de mantenimiento de la paz, y por los peligros aún mayores que acechan a su misión en la República Democrática del Congo.
Un proyecto de declaración al cual tuvo acceso la AFP sostiene que el Consejo está decidido a “prestar especial atención a la promoción de una paz duradera y de un desarrollo sostenible en Africa y a las características específicas de los conflictos africanos”.
Annan también llamó a no escatimar recursos de prevención “antes de que una crisis alcance un punto sin retorno” que obligue a una movilización de efectivos internacionales.
Antes de llegar a ese extremo, añadió, el Consejo puede imponer sanciones, a condición de que estén “sometidas a la necesidad y a la sabiduría”, a fin de asegurar su eficacia y de evitar padecimientos innecesarios a la población.
Los operativos de mantenimiento de la paz deben disponer de “la fuerza y la autoridad necesarias para defenderse a sí misma y al mandato” que se le impuso.
Y “cuando todo esto fracasa, y cuando sólo una intervención puede salvar una gran cantidad de gente de un genocidio o de crímenes contra la humanidad, el Consejo también debe someterse a la voluntad y la sabiduría y enfrentar el tremendo dilema que estos casos plantean a la conciencia del mundo”, afirmó Annan.
LA MESA REDONDA, ULTIMO GRITO EN DIPLOMACIA
La “mesa redonda” es el último grito en diplomacia, que se ensaya por primera vez en la Cumbre del Milenio, la más importante de todas las celebradas hasta el momento por los más de 150 jefes de Estado y de Gobierno que se han congregado en Nueva York.
* Los sesudos funcionarios de la ONU han programado la celebración de cuatro de esas mesas redondas, alrededor de las cuales se sentarán hasta cincuenta jefes de Estado y de Gobierno.
* Los responsables de la ONU no pierden ocasión de alabar los grandes beneficios que su nueva idea ofrecerá para arreglar los problemas del mundo.
* “Esta es una primicia; no se ha hecho nunca”, comentó alegre en una reciente rueda de prensa la número dos de la ONU, la canadiense Louise Frechette, al presentar la novedad de esta cumbre frente a anteriores reuniones multitudinarias de dirigentes mundiales.
* Una de las claves del éxito parece basarse en el hecho de que se celebrarán a puerta cerrada, lo que permitirá, más o menos, a cada jefe de Estado decir cuáles son sus principales preocupaciones o, incluso, hablar de lo que le venga en gana, pues, como comentó un diplomático, “nadie le va a decir a él qué es lo que tiene que decir”.
* Por esa razón, no existe un temario concreto, aunque todos en la ONU cruzan los dedos porque sea sobre la reforma de la ONU, algo que debía haberse resuelto en esta cumbre y, sin embargo, ha sido dejado para mejor ocasión. EFE