Juan Rodríguez [email protected]
Adela Herrera, esposa de Francisco José Moncada Calderón, “Damián”, uno de los últimos jefes del Frente Unido Andrés Castro (FUAC), dijo que éste fue asesinado el pasado 2 de septiembre presuntamente tras explotarle un radio comunicador cuando tenía previsto una reunión con José Luis Marenco en una zona del Triángulo Minero.
Según la versión de los familiares de “Damián”, éste tenía un acuerdo con Marenco de reunirse en un sitio montañoso e inaccesible entre la comarca de Puertas Viejas y Bonanza, para conversar de algunos temas con Marenco, la cita era el 2 de septiembre pasado, fecha en que ocurrió el hecho fatal.
Aunque la esposa de Moncada y su mamá, Dora María Calderón, así como la doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos no culpan a nadie del atentado criminal a “Damián” por ahora, todas coincidieron en conferencia de prensa, que el “Ejército de Nicaragua” perseguía y vigilaba a Moncada Calderón desde hacía meses, a pesar que ‘Damián’ al igual que Guadalupe Montenegro y Tito Fuentes habían aceptado el desarme de las filas del FUAC hace varios años atrás.
La doctora Vilma Núñez de Escorcia reveló que a “Damián” le acompañaban varios de sus agentes de confianza, ellos fueron los que confirmaron a su mamá y a su esposa de la muerte de Moncada a través de una nota escrita hecha llegar a Managua, incluso uno de los testigos del hecho fue el que sepultó el cuerpo en las montañas, aseguraron.
“El radiocomunicador portátil, marca Motorola que le dieron a ‘Damián’ tenía que encenderlo únicamente hasta que estuviera reunido con Marenco, pero él lo encendió antes. Marenco nunca llegó”, aseguró Núñez.
“La muerte de ‘Damián’ fue un asesinato con métodos sofisticados”, denunció la directora del CENIDH, quien solicitó la exhumación de los restos y agregó “que quede claro, Moncada no murió en enfrentamiento ni con la Policía ni con el Ejército.
La Policía ni el Ejército confirmaron la muerte de “Damián”. Sin embargo, Adela Herrera pidió protección especial para las tres hijas de Moncada, porque se sienten amenazadas.