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Rivas persigue la cumbre

Su ritmo acompasado y la entrega de sus integrantes, han hecho de la Banda Escolar del Instituto Rosendo López, una de las más populares y mejor preparadas de este departamento. Sus modernos ritmos no sólo son muestra de su destreza, también tienen ese algo que sale del alma y que brilla con luz propia: el […]

Su ritmo acompasado y la entrega de sus integrantes, han hecho de la Banda Escolar del Instituto Rosendo López, una de las más populares y mejor preparadas de este departamento.

Sus modernos ritmos no sólo son muestra de su destreza, también tienen ese algo que sale del alma y que brilla con luz propia: el talento de todos sus integrantes. Desde el mes de enero todos los integrantes de la banda se encuentran afinando música, coreografía, movimientos y muchos otros inventos que tienen bajo la manga para este festival.

Y ya están preparados, sólo esperan el día señalado para dar lo mejor de sí, asegurando que “nunca han obtenido un primer lugar, pero que este año sí lo lograrán”.

Han participado durante cinco años consecutivos en concursos nacionales y han obtenido dos segundos lugares; desde el año 1991 participaron en concursos promovidos por Radio Universidad y también se llevaron premios, pero nunca como campeones nacionales.

La banda la conforman 210 estudiantes, entre gimnasia, palillonas, cadetes y, abanderados. En la ciudad de Rivas y fuera de ella, no se celebra ningún evento sin la participación de la banda del Instituto Rosendo López. En los meses de septiembre, año con año, luego de participar en el desfile patrio, salen rumbo a Costa Rica, donde realizan sus presentaciones.

El entrenador de esta popular banda –¡quién lo podría adivinar!- es un joven universitario de apenas 23 años; que a la hora de las prácticas pone firmes a los integrantes sin haber dado la voz de mando. Se trata de Luis Alberto Zapata Solís, de 23 años, estudiante del último año de Ingeniería Industrial, en Managua.

Aunque todos los integrantes de esta banda estudian durante la semana y otros el fin de semana; siempre se las arreglan para practicar con religiosidad los sábados y domingos. No hay fin de semana en el que no se escuche el contagiante ritmo de estos muchachos; que ensayan con religiosidad y optimismo, convencidos en que éste será su año.

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