- Nunca antes se reunieron tantos estadistas
Nicole Winfield (AP)
NACIONES UNIDAS.- La Cumbre del Milenio llegó el viernes a su histórico final con la adopción de una amplia lista de promesas que incluyen reducir la pobreza, proteger el planeta y mejorar la capacidad de las Naciones Unidas para mantener la paz.
La Declaración del Milenio, de ocho páginas, negociada durante semanas, es un catálogo de los males del mundo -pobreza, guerra, sida, contaminación, violaciones de los derechos humanos y muchos más- y una promesa de ocuparse de ellos.
“Reconocemos que, además de nuestras responsabilidades propias ante nuestras sociedades individuales, tenemos la responsabilidad colectiva de sostener los principios de dignidad humana, igualdad y equidad en el nivel global”, dice la declaración.
“Por eso, como gobernantes, tenemos el deber para con todos los pueblos del mundo, especialmente los más vulnerables y en particular los niños, a quienes pertenece el futuro”.
La declaración coronó una reunión de 150 jefes de Estado y Gobierno, la más grande de su tipo jamás realizada, y el secretario general Kofi Annan aseguró que no era una lista de promesas huecas. Ahora los gobernantes afrontan el desafío de volver a sus países y traducir la declaración en hechos.
Otro legado de la cumbre fue el aparente fracaso de las gestiones por llegar a un acuerdo acerca del Oriente Medio. El dirigente palestino Yasser Arafat rechazó una propuesta del presidente Clinton para que compartiese con Israel el control de los Santos Lugares musulmanes y judíos de Jerusalén Oriental.
Pero la reunión de tres días será considerada de todos modos un éxito por el simple hecho de que ocurrió, y logró atraer a más dirigentes mundiales que nunca a fin de hablar sobre los retos que enfrenta la humanidad en el tercer milenio.
“¿Qué sentido tiene llegar a Marte si hay todavía hambre en varias regiones del planeta?”, preguntó en su discurso René Preval, el presidente de Haití, que es la nación más pobre del hemisferio occidental.