- Los cultivos trampas implementados sirven para evitar las transmisiones de los germinivirus
- Manejo Integrado de Plagas controla la mosca del tomate
Leslie Nicolás Lacayo
En 1985 aparece por primera vez en los cultivos del tomate en Nicaragua la mosca blanca (Benisia tabaci), desde entonces se ha iniciado un ataque constante contra esta plaga.
La mosca blanca aparece por primera vez en los cultivos de Sébaco y es cuando se comienza a aplicar grandes cantidades de insecticidas con el fin de exterminarla. Sin embargo, contrario a desaparecerla, ésta se volvió resistente a los pesticidas.
Aldo Rojas, docente investigador de la Universidad Nacional Agraria (UNA), explica que el problema en la plantación del tomate lo causa no la mosca en sí, sino que lo dañino son los patógenos llamados germinivirus o parásitos que atacan a la planta entorpeciendo el desarrollo de la misma.
Hace dos años aproximadamente, la UNA con la colaboración de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas inició un estudio, consistente en eliminar a los germinivirus, a través de técnicas que disminuyan el uso de insecticidas en el combate de la mosca blanca.
Rojas explica que en la actualidad el estudio está siendo más específico investigando a los parásitos en sí y cree que dentro de dos años podrán haber resultados concretos.
“Por el momento la técnica de cultivos trampas, están siendo de gran ayuda para los productores de tomate”, agregó.
wMosca se ha hecho resistente al insecticida
Cuando se descubre la plaga en Nicaragua, ésta se podía controlar con los insecticidas, pero en 1990 la mosca desarrolló una resistencia contra el insecticida. Para esta fecha el ataque de la mosca a las plantaciones fue tan fuerte, que la producción llegó a ser cero, según indica Rojas.
“Es por eso que en muchos casos de nada sirve aplicar grandes cantidades de insecticidas en las plantaciones”, agrega Rojas.
Es para esta misma fecha que cuando se comienza a trabajar con el Manejo Integrado de Plagas (MIP).
Cuando se descubre que la mosca provoca su mayor daño a través de la transmisión de parásitos, se diseña una estrategia consistente en tratar de evitar el contacto de la mosca con la planta.
“En la estrategia se estudia la capacidad de vuelo de la mosca, la resistencia a los pesticidas y los hospederos (lugares en donde habita) de mayor preferencia”, indicó Rojas.
Para esta fecha entonces se comienzan a hacer uso de los “cultivos trampas” los que consisten en sembrar frijol criollo (que es el que contiene mayor cantidad de dulce) a la par de los plantíos de tomate.
Esto con el fin de alejar a la mosca de los tomates. Una vez que la mosca ataca al frijol en el mismo lugar se le aplica insecticida para eliminar la mosca. “Y de esta forma no se afecta al tomate aplicándole pesticida”, agrega el entrevistado.
Otra forma de proteger los cultivos de tomate es creando barreras vivas, cultivando maíz y sorgo alrededor de los semilleros de tomate.
“La idea es mantener el mayor tiempo posible a las plantitas de tomate en el semillero, es decir, de 15 a 30 días. Pues el mayor problema con la mosca se da en los primeros 45 días de desarrollo del cultivo” señala Rojas.
PRODUCCION EN MANOS DE PEQUENOS PRODUCTORES
El 80 por ciento de la producción de tomate está en manos de pequeños productores.
– Actualmente el tomate se siembra en Sébaco, Matagalpa, la zona norte de Estelí, en Condega y Pueblo Nuevo, Chontales, en Boaco fundamentalmente en Santa Lucía y en poca escala se siembra en Rivas.
– El tomate se introduce a Nicaragua en los años 40 iniciándose en el municipio de Tisma en Masaya. Es originario de América del Sur.
– Posteriormente se comienza a difundir en el resto del país.
– Entre los años 70 los rendimientos de este cultivo oscilaron entre los 4,000 y 5,000 cajas por manzana, en la actualidad 1,500 cajas por manzana son considerados buenos rendimientos.
– En los años 80 se introdujo al país la variedad UC-82 proveniente de California, Estados Unidos. Esta es una variedad semiindustrial, con rendimientos de 3,000 cajas por manzana. Hasta la fecha esta variedad sigue siendo utilizada por los productores.
– Los fertilizantes que usa el tomate son: completo (nitrógeno, fósforo y potasio) cuatro quintales por manzana y dos quintales de urea por manzana. Lo recomendable es hacer tres aplicaciones en el ciclo, el cual oscila entre los 110 y 129 días. Cada aplicación puede tener un costo de hasta 1,300 córdobas.
– El tomate se puede sembrar en primera de mayo a agosto, en postrera de septiembre a noviembre y con riego se puede sembrar de noviembre a abril. Los costos de siembra sin utilizar insecticidas puede oscilar entre los 4,000 y 5,000 córdobas por manzana.