- Destruirán 2,400 libras de explosivos dejados en un pozo después del desarme de Yátama
ACAN-EFE
MANAGUA.- El Ejército de Nicaragua evacuará la próxima semana a una parte de la población del municipio de Waspán, en la frontera con Honduras, para destruir un almacén bajo tierra de explosivos, fusiles y pertrechos de guerra, se informó ayer.
Waspán, a unos 650 kilómetros al noreste de Managua, registra una población de 36 mil habitantes, la mayoría indígenas miskitos, sumos o mayagnas, de los cuales la institución militar desalojará de sus viviendas a unas 600 familias, en los alrededores del buzón militar.
El almacén, con unas 2.400 libras de explosivos, entre minas contra personas y antitanques, contiene también fusiles AK-47 y municiones, en un pozo abierto en forma provisional en 1998, en un barrio de la localidad.
El jefe de Operaciones del Ejército, general César Delgadillo, dijo, previo a los actos de las Fiestas Patrias, que pese a que no existe ningún peligro de explosión del almacén de explosivos y armas, será destruido la próxima semana.
Añadió que la población deberá permanecer lejos del buzón por lo menos 72 horas, para extraer los explosivos, armas y municiones, y después destruirlas bajo medidas de seguridad, con tres explosiones controladas.
El general Delgadillo indicó que el Ministro de Defensa, Ramón Kontorowsky y el cuerpo diplomático serán invitados a presenciar la destrucción del arsenal.
Los habitantes de Waspán expusieron el peligro del buzón militar a organismos de socorro y de derechos humanos, luego de convivir con él desde el segundo desarme de los indígenas de Yátama en 1998, a la espera de que el Ejército lo destruyera.
Yátama fue la organización militar de los indígenas del Caribe de Nicaragua que luchó junto a los “contras” para derrocar al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (1979-1990), con quienes suscribieron la paz en 1990, aunque muchos retomaron los fusiles hasta 1998, cuando se desmovilizaron.
Miembros de la Cruz Roja Americana y la Unidad de Desminado del Ejército inspeccionaron el buzón militar, y pidieron que el material bélico sea extraído y destruido por los zapadores.