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La amistad debe darse y no condicionarse

Apreciada Psicóloga: El mes pasado se me presentó la oportunidad de ir a otro país a estudiar y continuar con mis estudios universitarios. Unas semanas antes de irme les comuniqué a mis amigos que lo haría, ellos claro, no querían que me fuera, les dije que era lo mejor para mi futuro y unos comprendieron […]

Apreciada Psicóloga: El mes pasado se me presentó la oportunidad de ir a otro país a estudiar y continuar con mis estudios universitarios. Unas semanas antes de irme les comuniqué a mis amigos que lo haría, ellos claro, no querían que me fuera, les dije que era lo mejor para mi futuro y unos comprendieron pero otros no.

La cosa es que hice ese viaje, pero estando en el país en que estudiaría, pensé mejor que debería estar en donde me sintiera cómodo y más alegre.

Regresé a Nicaragua una semana después de haberme ido y fue ahí cuando noté la indiferencia de mis dos mejores amigos. Ellos comenzaron a comportarse de una manera extraña, ya no bromeaban conmigo, ni me contaban sus confidencias y casi no me dirigían la palabra.

No le presté mucha importancia pero al pasar los días me di cuenta que no me hablaban del todo e incluso me ignoraban. Me di cuenta que ellos pensaban que era mentira todo lo relacionado con mi viaje.

Antes yo me mantenía con mis amigos y ahora ellos me evitan y se mantienen juntos sin ni siquiera hablarle a sus demás amigos (ellos no están enamorados ni son novios, se lo aseguro).

Respuesta:

Por la forma en que está manifestada tu inquietud en la carta, puedo darme cuenta que estás viviendo la etapa de la adolescencia.

En esta etapa él (la) joven comienza a distanciarse de su familia (a la que en etapas anteriores estaba íntimamente ligado), para refugiarse en el grupo de amigos(as), único lugar donde se siente seguro(a), se convierten entonces en las personas más importantes en este período, surge, pues, él (la) amigo(a) íntimo en quien confían sus temores, angustias, sueños y aspiraciones.

Es algo entonces, totalmente natural que te estés sintiendo triste y deprimido por la amenaza de perder la amistad de tus dos amigos, porque en la etapa que estás atravesando ya no se siente afecto o simpatía por muchas personas a la vez, sino por uno o algunas, pero con una vehemencia especial.

Ahora, sería recomendable que analices si tus sentimientos son compartidos al mismo nivel por tus amigos. La amistad es un sentimiento que debe ser transparente, honesto, abierto a cambios, sin presión; es algo que debe darse y no condicionarse.

El problema es que en muchas ocasiones en nuestras relaciones con otras personas salen a la luz nuestras limitaciones, prejuicios, temores y problemas personales, y esto nos resta capacidad para entregarnos en ese sentimiento sin reservas.

Para crecer necesitamos relacionarnos con otras personas, pero lo más importante para lograrlo es darnos cuenta que nos tenemos a nosotros(as) mismos(as).

Ten muy claro que a la par de la amistad está la dignidad, date cuenta del valor que vos tenés, si es justo que te humilles para ganar un amigo(a). Para que logres aclarar un poco tus incógnitas pregúntate o pregúntale a ellos cuál es el concepto que tienen sobre la amistad, porque al parecer sos el único que lo tiene claro.

A los que mencionas mucho en tu carta como tus amigos, parecen más unos jueces que sienten el derecho de señalarte y juzgarte. El amigo(a) sabe escuchar, respetar, opinar, no imponerse, pero principalmente está allí cuando lo necesitan.

Aprende a ser vos mismo con o sin ellos a la par, porque vos valés mucho y sos importante.

Licda. Karla Olivares Pérez

Psicóloga Integral

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