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Primer plano del Mercedes Benz con el techo desintegrado y las dos puertas delanteras destruidas. LAPRENSA/HOYEXTRA del 17 de Septiembre de 1980.

Comando guerrillero tuvo desenlace fatal

Quedaron marcados por una cruz trágica. Tres de ellos murieron: Hugo Irurzún, Roberto Sánchez Nadal y “Susana”, mientras “Ramón”, Enrique Gorriarán Merlo, está condenado a cadena perpetua en una prisión argentina de máxima seguridad Sólo tres están libres, pero viven virtuamente en la clandestinidad, ocultos en el anonimato Eduardo Marenco [email protected] SEGUNDA ENTREGA.- Veinte años […]

  • Quedaron marcados por una cruz trágica. Tres de ellos murieron: Hugo Irurzún, Roberto Sánchez Nadal y “Susana”, mientras “Ramón”, Enrique Gorriarán Merlo, está condenado a cadena perpetua en una prisión argentina de máxima seguridad
  • Sólo tres están libres, pero viven virtuamente en la clandestinidad, ocultos en el anonimato

Eduardo Marenco [email protected]

SEGUNDA ENTREGA.- Veinte años después del atentado, el destino de los guerrilleros del comando que puso fin a la vida del dictador Anastasio Somoza Debayle, está marcado por la tragedia. Tres de ellos están muertos, uno en la cárcel y, tres más se ocultan en el anonimato. Para estos últimos, la fuga aún no termina.

Después del bazukazo mortal, registrado a las 10:35 de la mañana del 17 de septiembre de 1980, en Asunción Paraguay, “Santiago”, “Armando” y “Ramón” huyeron despavoridos en la vieja camioneta Chevrolet sin placas, a la cual no pudieron borrarle el número del chasis para dificultar su identificación.

Pero a los treinta metros la camioneta se negó a caminar y tuvieron que bajar rápidamente, detener un Mitsubishi Lancer y arrebatárselo a su dueño. Casi no cabían en el vehículo.

Cerca del cementerio de Asunción hicieron la primera parada, para recoger un vehículo escondido. Allí se bajó “Santiago” (Hugo Irurzún), a la espera de “Osvaldo”, quien llegaría a ese punto de reunión tras abandonar el kiosko de revistas desde donde anunció al comando la llegada del Mercedes blanco de Somoza.

De acuerdo a los testimonios de los miembros del comando que quedaron con vida, recogidos en el libro “Somoza: Expediente cerrado”, los guerrilleros “Osvaldo” y “Santiago” se reunieron y viajaron juntos hasta Italramada, zona fronteriza del Paraguay, donde se despidieron. De ahí huyó “Osvaldo”, en una lanchita rumbo a Argentina.

La segunda parada del Mitsubishi fue para dejar a “Ramón” (Enrique Gorriarán Merlo) a una cuadra de un hotel donde lo esperaba “Julia”. En tanto “Susana” se encontró con “Armando” (Roberto Sánchez Nadal) en el estacionamiento de un centro comercial.

AUTORIDADES PARAGUAYAS IDENTIFICAN AL “CAPITAN SANTIAGO”

A fines de agosto, antes del operativo, “Ana” salió del Paraguay rumbo a Río de Janeiro y regresó por vía aérea el 18 de septiembre, un día después del atentado, para encontrarse con “Santiago”, de acuerdo a lo planificado. Sin embargo, en Asunción se enteró que “Santiago” estaba plenamente identificado diez horas después del atentado, es decir desde las ocho de la noche del día anterior.

“Yo sabía que él estaba en peligro. Pese a todos los planes que habíamos hecho, nunca se nos ocurrió que al otro día iba a estar él tan quemado”, recordó “Ana, durante la conversación con Claribel Alegría y Bud Flakoll, autores del libro testimonial.

El “capitán Santiago” era alto y de barba rojiza, fácilmente identificable en Paraguay, donde el ciudadano típico es bajo y de rasgos indígenas.

Cerca de las diez de la noche del 18 de septiembre, “Ana” escuchó en la radio que en Lambaré (un residencial), las autoridades paraguayas se habían enfrentado a tiros con “Santiago” y lo habían abatido de quince disparos. La guerrillera quedó conmovida.

“Lo describen a él, describen cómo estaba vestido, filman la casa y muestran los sillones donde estaban escondidas las armas, el pasaporte uruguayo, los cuatro mil dólares y los sellos con que yo iba a arreglar el pasaporte de Santiago”, refiere “Ana”.

“Santiago” fue acribillado en la casa de seguridad del comando guerrillero, después que volviera a la misma. Nadie ha logrado explicar porqué todavía permaneció ahí durante la noche del día siguiente.

Lo identificaron: Hugo Irurzún, del Ejército Guerrillero de los Pobres (ERP). Había también un identikit bastante exacto de “Julia”, pero la Policía argentina se equivocó y la identificó como a Silvia Mercedes Hodgers, una ex militante del ERP que vivía en México en ese momento.

STROESSNER EMPRENDIO FEROZ CACERIA

Los identikis fueron publicados en los periódicos locales, ofreciendo una recompensa de cuatro millones de guaraníes a quien diera información sobre ellos, una cantidad inimaginable para ese entonces.

Alegría y Flakoll recuerdan en su libro testimonial, que “Susana y Armando pronto se dieron cuenta de que el presidente Stroessner había lanzado la mayor caza de hombres en la historia de Paraguay. Cerró totalmente las fronteras del país como un barón feudal que le echa candado a las puertas de su castillo, para que nadie entrara o saliera”.

Sin embargo, poco después lograron atravesar la frontera con Argentina. Luego, accidentalmente, “Susana” y “Armando” (Roberto Sánchez Nadal), se reunieron con “Osvaldo” en el mismo avión a Madrid, quien se sentó cuatro asientos adelante de ellos.

Mientras tanto, a “Julia” y “Ramón” (Enrique Gorriarán Merlo) les registraron el auto y tuvieron que pasar por tres retenes diferentes y se quedaron en un poblado cerca de la frontera con Brasil, mientras la misma era abierta semanas después. Por su parte, “Ana” también huyó a Brasil y luego se reunió en Madrid con los demás.

“Julia”, plenamente identificada por la Policía, se salvó por un pelo.

Veinte años después de aquella acción guerrillera, “Ana”, “Julia” y “Osvaldo” viven bajo el anonimato (una manera de seguir huyendo), y “Ramón” permanece encarcelado.

Según Claribel Alegría, “Susana” también murió en el ataque a La Tablada, junto a “Armando”.

POLICIA PARAGUAYA DENUNCIO “CONEXION NICARAGUA”

Según el entonces Jefe de Investigaciones de la Policía del Paraguay, Pastor Coronel, las armas utilizadas en el atentado al general Anastasio Somoza Debayle provenían de Nicaragua y los guerrilleros habían sido entrenados en nuestro país. Sin embargo en ese entonces, oficialmente, el gobierno de Nicaragua rechazó cualquier involucramiento o nexo con el comando que perpetró la muerte de Anastasio Somoza Debayle.

En una entrevista con el diario “Hoy”, Pastor Coronel sostuvo esta tesis.

Hoy: ¿Usted dice que los autores morales del atentado serían los sandinistas?

Pastor Coronel: “Que este hombre (Hugo Irurzún) vino de Nicaragua ya lo sabemos; que las armas vinieron de Nicaragua ya lo sabemos. Es de suponer que de allí vino todo para que esto se llevara a cabo”.

¿LUCHA POR LA HERENCIA DE SOMOZA DEBAYLE

Desde el 19 de septiembre de 1980, los diarios paraguayos comenzaron a informar de la batalla legal que se avecinaba entre Dinorah Sampson y los hijos de Somoza Debayle por la herencia del dictador.

Somoza había comprado más de 16,000 hectáreas de tierras en Paraguay, hacía negocios en ese país por medio de la sociedad anónima “Inversora Paraguaya S.R.L.” y tenía bienes transferidos a dos compañías: el Gran Caimán y Spectre Limited, con sede en Las Bahamas.

Su capital se calculaba entonces en unos 80 millones de dólares.

Somoza tenía planeado iniciar el cultivo del algodón en Paraguay, usando un sistema de irrigación artificial.

También con este artículo:

“Ramón” está condenado a cadena perpetua.

“Armando” murió en el asalto a “La Tablada”.  

Política

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