- Bancada sandinista cuestiona funcionamiento del microcrédito y propondrá marco legal contra la usura
- Microfinancieras se defienden y aseguran que las habilitaciones que otorgan están amparadas en la ley
Nidia Ruiz López yMartha Danelia [email protected]
Como “desatinadas”, calificó Iván Gutiérrez, director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), las declaraciones del diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez, quien instó a los comerciantes a entablar demandas judiciales en contra de las microfinancieras por considerarlas promotoras de la usura.
“Son unas declaraciones desatinadas si se refieren a las instituciones de microfinanzas, si quieren hablar en contra de la usura pues hay que decir las cosas con su nombre y hablar de las personas que hacen usura en Nicaragua, pero no se puede mezclar a las instituciones microfinancieras como parte de los usureros de Nicaragua”, a la vez que agregó que ellos están en contra de la usura.
El director de Asomif, dijo que las microfinancieras tienen su marco legal en la Ley 147 que regula la creación de las asociaciones sin fines de lucro, así como en la ley que regula los préstamos entre particulares y que por tanto el financiamiento que otorgan es legal.
Ivan Gutiérrez, manifestó que estas organizaciones son una realidad en Nicaragua ya que dan financiamiento a personas que no son sujetas de crédito en el sistema financiero, además de llenar el vacío de la falta de una banca estatal.
El diputado sandinista se reunió con los comerciantes, quienes participaron junto con los productores en una protesta al Parlamento demandando la reestructuración de créditos. En esa oportunidad expresaron que ellos también enfrentan los mismos problemas que el sector productivo.
El director de Asomif, instó a los 110,000 clientes que atienden las 20 organizaciones afiliadas a que continúen pagando sus créditos.
Agregó que las microfinancieras tienen una política flexible para dar prórrogas, reestructuraciones para los clientes que fueron afectados por el Huracán Mitch, el cual asoló a Nicaragua en octubre de 1998.
“Los temas de condonación de deuda en el país, lo que provocan es una concentración del crédito porque cuando las instituciones de microfinanzas se ponen en riesgo y las personas no pagan y pierden su cartera, más bien los afectados son los mismos sujetos de crédito”, explico el director de Asomif.
Armando García, presidente de la Asociación de Consultores para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Microempresa (Acodep), rechazó la propuesta de condonar deudas a los clientes que trabajan con las microfinanzas.
“Hay una incomprensión del problema, un manejo imparcial de la información o desconocimiento de la misma y una intención política, estamos en campaña”, comentó García.
Según García, en el país existen aproximadamente 400,000 micro y pequeñas empresas urbanas y rurales, de las cuales 105,000 reciben crédito de las asociaciones de microfinanzas.
“Si entidades como éstas son afectadas por la intención de una ley, que pretende condonar la deuda, dejaríamos sin crédito a 105,000 personas porque los bancos privados no orientan sus recursos a la pequeña actividad económica”, subrayó.
A su juicio, “aunque se está tratando de reintroducir la cultura de no pago, en buen nicaragüense, la gente no ha agarrado la vara de dejar de pagar su préstamo”.
PRESTAMOS DE PEQUEÑA ESCALA
– La Asociación Nicaragüense de Microfinanzas (Asomif), aglutina a 20 organizaciones, quienes poseen una red de 130 oficinas en todo el país.
– Otorgan financiamiento a unos 110,000 clientes.
– Los préstamos mínimos en el área rural son de 600 dólares, la tasa de interés anual oscila entre el 16 y 24 por ciento sobre saldo.
– En el área urbana los préstamos mínimos son de 200, la tasa de interés oscila entre el 22 y 38 por ciento anual sobre saldo. El financiamiento es otorgado en córdobas con mantenimiento de valor.
– La cartera que manejan las 20 organizaciones seriamente constituidas que pertenecen a Asomif, es de 50 millones de dólares.
– El director ejecutivo de Asomif, Iván Gutiérrez, indicó que las tasas de interés tanto en el área urbana como rural son equivalentes a las que cobran la banca privada y las que se dan en el resto de países de Centroamérica.
– Gutiérrez, indicó que los intereses en el área urbana son más altos debido a que los créditos son pequeños, lo cual ocasiona costos administrativos bien altos.
– “El costo de administración de las instituciones microfinancieras es más alto que el costo de administración de cualquier banco, ya que son pequeños créditos en miles de personas”, expuso el director de Asomif.
– Ayer el diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez, reiteró que su bancada está en contra de “las prácticas usureras de algunas microfinancieras constituidas como sociedades anónimas por los bancos que trabajan bajo ese tipo de prácticas”.
– Dijo que en la bancada trabajarán en un proyecto de ley que evite las prácticas usureras y, dentro de ese mismo proyecto, contemplar la reestructura de los créditos de los comerciantes “para que vuelvan a ser sujetos de crédito”.
PERSPECTIVAS
Las microfinancieras no captan depósitos de los clientes, por lo tanto no son regidas por las normas de la Superintendencia de Bancos (SIB), manifestó el director de Asomif, Iván Gutiérrez.
Esta organización ha presentado a diversos entes del Poder Ejecutivo una propuesta de Ley para regular a las microfinancieras, la cual está en proceso de análisis.