Valeria González [email protected]
En Nicaragua persiste la desigualdad de géneros, aunque la Constitución Política plasme que no habrá discriminación por razón de sexo, edad, condición o etnia, pero este precepto se olvida porque es una sociedad patriarcal.
Lo anterior lo dio a conocer la Procuradora Especial de la Mujer, Patricia Obregón, durante el seminario “Identidad de Géneros desde la Perspectiva de Derechos Humanos de la Mujer”.
Añadió que las relaciones de poder en cierta medida son desiguales porque la mujer pierde capacidad de acceder al poder por el hecho de ser madre.
Además, el mundo privado de la casa limita el acceso a otras oportunidades en igual forma que con los hombres. El sistema patriarcal construido debe ser desmontado hacia una sociedad más igualitaria donde las mujeres, aunque tengan que cuidar a los hijos, puedan tener acceso al poder.
La Procuradora comentó que la desigualdad en el uso de poder ha provocado que las mujeres se subordinen a los hombres, por lo tanto ellas tienen menos oportunidades a la educación, a la salud y al poder que los hombres. Esto constituye una violación a los derechos humanos.
Por lo anterior la Procuraduría Especial de la Mujer realiza un proceso de estudio y capacitación para aclarar cuál es la mejor forma de abordar los problemas de la ciudadanía, señaló Obregón.
Las relaciones de desigualdad y la discriminación existen, pero el Estado tiene que erradicar estas situaciones en cada país de Centroamérica, manifestó Roxana Aroy, representante del Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevención del Delito (Ilanud).