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Playoffs enredados en la Americana

Tito Rondó[email protected] Mientras en la Liga Nacional ya casi todo está decidido, la Liga Americana es una incógnita que hasta puede contener una injusticia. Los tres campeones divisionales van a la postemporada, como se le llama ahora a todo el período que va del final de la temporada al final de la Serie Mundial. A […]

Tito Rondó[email protected]

Mientras en la Liga Nacional ya casi todo está decidido, la Liga Americana es una incógnita que hasta puede contener una injusticia.

Los tres campeones divisionales van a la postemporada, como se le llama ahora a todo el período que va del final de la temporada al final de la Serie Mundial. A ellos se les une el mejor segundo lugar, llamado en inglés como en los juegos de naipes “wild card”, o “comodín” para nosotros.

La primera serie se llama “divisional”, a pesar que nada tiene que ver con las divisiones. Son a quien gane tres de posibles cinco partidos. Los equipos sobrevivientes juegan por el campeonato de su liga, y los que se llevan el título finalmente aterrizan en la Serie Mundial. Estas dos últimas series son a quien gane cuatro de un posible total de siete partidos.

En cada enfrentamiento menos el “Clásico de Otoño” (en que se turnan por ligas) el equipo de casa es el que tuvo el mejor récord en la temporada.

En la Liga Nacional casi todo está claro. San Francisco en el Oeste y San Luis en el Centro ya son campeones, los Bravos amarraron ya estar en los play-offs y casi son campeones, y los Mets casi son los comodines.

El conjunto con la mejor marca se enfrenta al “wild card”, a menos que sean de la misma división. En este momento San Francisco y Atlanta empatan con la mejor marca, 93-63, pero de todas maneras los Gigantes enfrentan a los Mets y los Bravos a los Cardenales en las series divisionales.

En la Liga Americana todo está confuso. Aunque los Medias Blancas ya son campeones de la División Central y casi amarran la mejor marca, y los Yanquis son casi los reyes del Este, la situación del Oeste y del comodín enreda todo, y hasta podría causar una tremenda injusticia.

Antes del juego de anoche entre Oakland y los Angelinos, Seattle le sacaba un juego en la tabla de posiciones a los Atléticos.

Además Cleveland, que estaba jugando un extraño doble juego contra dos equipos diferentes (le había ganado a los Medias Blancas y vencía a medio partido a Minnesota), le sacaba en la lucha por el “wild card” medio juego a los Atléticos, los que sin embargo, también luchan por el primer lugar de su división.

La injusticia se puede dar así: supongamos que al final de la temporada Seattle y Oakland empatan el liderato del Oeste, pero con el mismo récord que los Indios.

Por reglamento, tiene que haber un desempate de un juego que se toma como parte de la temporada regular (y valen las estadísticas). Por consiguiente, el campeón del Oeste queda con medio juego de ventaja sobre Cleveland… pero los Indios le sacarían medio juego a su vez al perdedor.

En otras palabras, de tres equipos con exactamente la misma marca, uno clasificaría para los play-offs sin jugar.

Dado todo esto, ni me atrevo a pronosticar…  

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