- El 29% de las nicas son maltratadas por su pareja, pero sólo el 2% denuncian los hechos
- “Cada vez hay más mujeres que están siendo acusadas por lesiones…”, afirma especialista en violencia intrafamiliar
Karla Marenco L. [email protected]
Al menos 29 de cada cien mujeres nicas son víctimas de violencia física, sicológica, sexual y patrimonial por parte de su pareja, pero sólo un 2% de éstas se atreve a denunciar su “calvario privado”, para buscar una posible ayuda en el sistema estatal o en Organismos No Gubernamentales que trabajan sobre este problema de salud pública.
De acuerdo al diagnóstico sobre la “Situación de las Mujeres en Nicaragua: bases para una Ley de Igualdad de Oportunidades”, publicado este mes, Nicaragua ocupa el lugar número cuatro en una lista de nueve países donde se recabaron estadísticas sobre esta epidemia que está afectando a todas las sociedades, ricas y pobres, industrializadas y en desarrollo.
Aunque en el país no existan estudios recientes sobre los costos económicos que genera la violencia en el seno familiar, un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizado en 1997, reveló que las mujeres empleadas dejaron de percibir aproximadamente 267 millones de córdobas, debido a la violencia doméstica, esta cifra equivalía al 1.6% del Producto Interno Bruto (PIB) de 1996.
Pero más allá del costo económico que deja esta epidemia en un país, para algunos especialistas sobre el tema de la violencia lo más importante es el daño emocional que tanto maltrato causa a las mujeres, al extremo que muchas veces ellas aplican la justicia por su propia mano al no encontrar una salida institucional a sus problemas.
“De víctimas se convierten en victimarias. Cada vez hay más mujeres que están siendo acusadas por lesiones porque no les quedó otra forma de resolver su problema que agrediendo a sus agresores, porque el sistema no les ayuda y la necesidad de sobrevivir las obliga a ejercer el mismo grado de violencia, e incluso, matar”, sostuvo la licenciada Silvia Carrasco, especialista en violencia intrafamiliar.
Carrasco estima que si las mujeres siguen careciendo de una respuesta adecuada, oportuna y eficiente de parte de las instituciones que deben velar por su seguridad, en los próximos años se dispararán los casos de mujeres víctimas de maltrato doméstico que resolverán sus problemas por su propia cuenta y eso es algo que debe preocupar a todos.
CARACTERISTICAS DE UN AGRESOR
– Tiene que saber dónde está la persona agredida todo el tiempo.
– Es excesivamente celoso.
– Acusa constantemente a su compañera de serle infiel.
– Desestimula sus relaciones con su familia, amigos/as.
– Quiere que usted deje de trabajar y estudiar.
– La critica por pequeñas cosas.
– Se enoja con facilidad, especialmente cuando está intoxicado con alcohol o bajo el efecto de drogas.
– Controla todas las finanzas del hogar y la hace rendir cuentas por cada centavo que gasta.
– A veces no trabaja y obliga a la mujer a hacerlo.
– La humilla e insulta frente a otras personas.
– Destruye las propiedades personales de usted o las cosas que usted quiere.
– Exige tener relaciones sexuales aún cuando usted no desea.
– Le pega, da puñetazos, cachetadas, le jala el cabello, la sacude, le retuerce los brazos o las piernas.
– Amenaza con lastimarla a usted y a sus hijos.
VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN CIFRAS
El año pasado las Comisarías de la Mujer y la Niñez registraron 6,885 delitos contra las mujeres, niñas y niños, lo que les permitió estimar que al mes se presentan un promedio de 574 casos de violencia contra la mujer.
– El 78% de los delitos son hechos de violencia intrafamiliar (riñas y lesiones) y el 28% son delitos de orden sexual.
– De éstos, los más frecuentes son las violaciones con un 29%, raptos (17%), estupros (16%), tentativas de violación (14%), abuso deshonesto (9%), violencia frustrada (6%) y acoso sexual (5%).
– El problema es que un rango de un 34 a un 50% de las denuncias interpuestas en las estaciones de Policía por abuso sexual y violencia intrafamiliar son resueltos por la vía extrajudicial, pero no hay un seguimiento de los casos por parte de las autoridades para ayudarles a los agresores a cambiar su comportamiento. Sólo el 12% de los casos estudiados se remiten a los juzgados locales y de distrito.
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