Dame una oportunidad para tratarte como tú te mereces
una oportunidad para que comprendas que sí te quiero
dame un tiempo para que sepas lo bueno que tengo,
quisiera volver contigo y todo sería distinto
hacerte llorar sólo de felicidad.
Que te rías varios millones de veces
y se te olvide cuánto lloraste
voy a dejar que me quieras
y a demostrarte que de verdad te quiero
de ahora en adelante serás lo que eres:
mi único amor, mi única mujer
si tienes que llorar que no sea mi culpa
y así poder consolarte
si no puede ser posible
perdóname por lo que te hice
adonde vayas que seas feliz
a mí no me desees nada
porque ya sin ti
ya sólo me queda
sufrir y sufrir.
Pablo Antonio Mantilla,
Ocotal, Nicaragua.