El Sr. Briceño debería exhibir sus cuentas públicamente y demostrar legalmente lo que debe y no debe. Atrasarse en los pagos puede ser hasta normal, pero acumular deuda está difícil. En mis 41 años no me acuerdo de que a La Prensa la hayan embargado por faltar a sus pagos. El camino de sostenerse como adalid de la libertad de prensa y defensor del pueblo llano está empedrado de dificultades económicas. Si el Sr. Briceño utilizó ese dinero en comprar equipos y mejorar su señal, que lo demuestre y haga colecta pública para que el pueblo pague su inversión y reciba a cambio la imparcialidad de sus informaciones. Como siempre los gobiernos espúreos de turno en Nicaragua aprovechan este tipo de deslices para reprimir a los medios que no se alinean a sus intereses.
Alvaro J. Sevilla-Moreira