Tito Rondó[email protected]
Estaba escuchando una emisora y el locutor decía que “el día que Oswaldo Mairena (Bóer) y Vicente Padilla (Rivas) se enfrenten en el box será la primera vez que dos big leaguers se vean las caras en nuestro beis”.
Bueno, no exactamente. Eso se dio muchas veces durante la Liga Profesional. Lo que nos imaginamos que nuestro colega quiso decir es “será la primera vez en la historia que dos Grandes Ligas nicaragüenses se enfrenten”, que definitivamente, es cierto. Por lo menos en un partido oficial de liga.
En 1978 en Granada se enfrentaron en un partido de exhibición un “León” con Tony Chévez en el Box con un “Granada” con Dennis Martínez en la lomita. Pero fue un amistoso. Un gran espectáculo, pero no valía. Ahora sí.
Por cierto, la presencia de nuestros dos “nuevos monstruos” ha causado una serie de comentarios destructivos y equivocados, que básicamente se pueden resumir en la pregunta “¿qué pueden aprender nuestros big leaguers aquí?”
No sé de donde sale la idea que tienen que aprender en estos meses. Ya no están en etapa de aprender lo que se aprende en una liga del Caribe. Ya no tienen que enfrentar a un buen bateador con el partido cerrado y gente en base y pensar en una buena secuencia de lanzamientos que hacer, y cómo hacer ajustes si uno falla con los primeros.
¿En qué falló Padilla en el 2000, particularmente en su estadía en los Filis? Lo que podría ser expresado como ¿cuál fue la diferencia de Vicente lanzando para Filadelfia comparado a como lo hizo por Arizona?
Esa es una pregunta que llevamos meses estudiando. La gran diferencia fue el control; con los Filis se le subían mucho los lanzamientos al chinandegano. ¿Por qué? El factor anímico tuvo mucho que ver. ¿Cómo se corrige ese defecto? Practicando. Da lo mismo aquí que en República Dominicana o que en Venezuela. Lo importante es contar con un buen coach de pitcheo, y Vicente lo tendrá en el Rivas en la persona de Antonio “El Boricua” Jiménez, y encima contará con un receptor experimentadísimo en el cubano (¿tico?) Alberto Hernández.
Mairena ya también sabe qué hacer. Estoy seguro que Elvin Jarquín, ya puesto de acuerdo con el zurdo en lo que tiene que fijarse, hará un buen trabajo y Oswaldo podrá practicar su forma de lanzar. A propósito, lo más importante con este otro chinandegano es su salud, ya lo vimos el día inaugural que no podía ni curvear mucho ni tirar duro.
La llegada de Padilla al Rivas va a desatar una reacción en cadena, ya que los sureños tendrán el jueves (cuando lo inscriban) tres nicaragüenses profesionales activos, con Jimmy González y Justo Rivas, uno más del límite.
El Estelí perdió a Ernie Sinclair, así que según el Dr. Harold López ya hay conversaciones para que Justo recabe el equipo norteño.