- Palestinos tienen dos días más para poner fin a violencia, pero insisten en que Israel “deje de disparar” primero
- Muertos llegan casi a 90, la
mayoría palestinos
Dafna Linzer (AP)
JERUSALÉN.- El primer ministro israelí Ehud Barak cedió ayer a las presiones internacionales y dio a su contraparte, el líder palestino Yasser Arafat, un plazo mayor para poner fin a los choques que han cobrado 88 vidas en 12 días.
Pero la violencia se desató nuevamente en Gaza, donde las autoridades de un hospital dijeron que un niño de 12 años fue herido en la cabeza con munición de guerra, y posteriormente, fue declarado clínicamente muerto.
El cambio de posición del gobernante israelí y su disposición a asistir a una cumbre de paz convocada por Estados Unidos se produjo después de que recibió dos llamadas telefónicas del presidente norteamericano Bill Clinton, informó la radio del ejército israelí.
Barak dijo que tomó la decisión después de pensar en la posibilidad de un conflicto prolongado. Una insurrección palestina contra Israel en 1987 duró seis años y culminó con el primer acuerdo de paz con la OLP, en 1993.
“Es justo soportar unos días más… para no pasar semanas o meses empantanados en un conflicto difícil sabiendo que pudimos impedirlo”, dijo Barak a la emisora militar.
Los bandos discutían, a través de terceros, el reclamo palestino de que Israel permita que una comisión internacional investigue los sucesos.
La mayoría de los muertos son palestinos, y la autoridad palestina dice que Israel se excedió en el poder de fuego empleado.
Un asesor de Arafat, dijo que un enviado de la ONU entregaría a los israelíes una lista de los países que los palestinos quisieran ver representados en la comisión.
Barak dijo a Radio Israel que aceptaría una investigación “bajo la autoridad y la responsabilidad de Estados Unidos”.
Anteriormente había dicho que sólo aceptaría una revisión por Washington de una investigación israelí.
Raanan Cohen, ministro en el gobierno de Barak, dijo que la extensión del plazo sería de “uno, dos o tres días”, y que en previsión de nuevos disturbios, el gobierno ordenó al ejército que acentuara las medidas de protección de los israelíes.
El negociador palestino Saeb Erekat dijo que correspondía a Israel tomar las medidas para poner fin al enfrentamiento.
“Queremos que el ejército israelí deje de disparar contra los palestinos. Queremos detener el terrorismo de los colonos (judíos) contra los palestinos y también queremos que el gobierno israelí deje matar a sus propios ciudadanos” árabes, dijo Erekat a The Associated Press.
ANNAN: AMBAS PARTES DEBEN TRABAJAR POR PAZ
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo el martes en Jerusalén que ni israelíes ni palestinos podían ser culpados o eximidos en la actual crisis en Oriente Medio y sostuvo que ambas partes debían trabajar para controlar la reciente oleada de violencia.
Al mismo tiempo, el primer ministro israelí, Ehud Barak, en una rueda de prensa conjunta con Annan, dijo que no había planes para la celebración de una cumbre con el líder palestino, Yasser Arafat, destinada a poner fin a la violencia y dijo que una eventual reunión era “un huevo que aún no sido empollado”.