14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

UN guerrillero del Fmln sostiene un “red eye”, misiles antiaéreos que los sandinistas enviaron a los guerrilleros salvadoreños para la ‘ofensiva final’ de noviembre de 1989. Quince guerrilleros del FMLN también fueron entrenados para disparar los misiles.

La Perestroika desenmascaró el “affaire” de los misiles

En marzo de 1991, el Canciller norteamericano escribió a su homólogo soviético una carta secreta, ahora desclasificada, en la que le confirmó que el EPS había entregado 16 misiles antiaéreos SAM-14 y doce cohetes SAM-7, a la guerrilla salvadoreña. Eduardo [email protected] Una carta secreta del Secretario de Estado de Estados Unidos, James A. Baker III […]

  • En marzo de 1991, el Canciller
    norteamericano escribió a su homólogo soviético una carta secreta, ahora
    desclasificada, en la que le confirmó que el EPS había entregado 16 misiles
    antiaéreos SAM-14 y doce cohetes SAM-7, a la guerrilla salvadoreña.

Eduardo [email protected]

Una carta secreta del Secretario de Estado de Estados Unidos, James A. Baker III a su homólogo de la Unión Soviética, Edward Shevernadze, dejó constancia de cómo las superpotencias negociaron el desarme del Frente Farabundo Martí (FMLN) a inicios de los años noventa, obligando al Ejército Popular Sandinista (EPS) a admitir públicamente que de sus inventarios –suministrados por los soviéticos- se habían “fugado” para la guerrilla salvadoreña: 6 SAM-14 con 16 cohetes y 2 SAM-7 con 12 cohetes.

Varios de los misiles, conocidos como “red eye”, fueron usados en la ofensiva final del FMLN en noviembre de 1989, la cual fracasó, aunque todavía en enero de 1991, les permitió derribar un helicóptero con varios militares norteamericanos en su interior.

En la carta ya desclasificada, fechada el primero de marzo de 1991, Baker señala a Shevernadze en uno de sus últimos párrafos que “la información que usted suministró acerca de los SAM-14 disparados durante la reciente ofensiva del FMLN, nos ha ayudado a inducir a las Fuerzas Armadas sandinistas a reconocer públicamente el reciente desvío de armas”.

“Esta es una admisión importante. Ahora, le pido urgentemente hacer algo para tener la seguridad de que no más SAM-14 u otro armamento soviético es transferido por las Fuerzas Armadas sandinistas o el gobierno cubano al FMLN. De esta manera, usted incrementará enormemente los avances para un acuerdo negociado en El Salvador. Nos urge que el gobierno de Nicaragua coopere de lleno en este esfuerzo”, agregó Baker.

Enero de 1991: Estalla el escándalo

La carta de James Baker a Shevernadze surgió después que el primero de enero de 1991, la Comandancia General del EPS informara que las autoridades militares detuvieron en el mes de diciembre de 1990 a un grupo de militares y civiles, entre estos últimos, extranjeros de origen salvadoreño, responsables de sustraer armas antiaéreas –6 SAM-14 con 16 cohetes y 2 SAM-7 con 12 cohetes– y, entregarlos posteriormente a cambio de varios miles de dólares al FMLN.

La sustracción –realizada en el mes de octubre de 1990– fue detectada por los órganos de inteligencia del EPS a finales de ese año.

“Este anuncio confirma que las Fuerzas Armadas sandinistas no fueron capaces o no tenían voluntad de evitar un desvío de misiles antiaéreos a El Salvador”, dice la carta de Baker a Sheverdnadze, en relación al anuncio del EPS.

Baker añade que espera que con la colaboración de las Fuerzas Armadas soviéticas se realice un inventario de los misiles en poder del EPS, se detecte la vía del trasiego, “se encuentre a los responsables de los abusos” y se prevengan futuras violaciones.

Los misiles habían sido suministrados por la URSS a Nicaragua en 1986. La sustracción ilegal de este armamento –agregó el comunicado oficial del EPS – “no constituye una violación a los convenios entre las FFAA de Nicaragua y la URSS”.

EPS toma acciones, pero…

Según la carta de Baker, el 22 de diciembre de 1990, su homólogo soviético le había enviado una misiva en la que abordaba ya el tema de los esfuerzos de paz en El Salvador y la transferencia de los misiles SAM-14 del EPS al FMLN.

“Estimado Eduard: Me complació particularmente que le haya dado el visto bueno a una carta conjunta al secretario general (de la Organización de Estados Americanos) Pérez de Cuéllar en apoyo a las negociaciones en El Salvador. Creo que este mensaje puede tener un efecto positivo en las pláticas entre el gobierno salvadoreño y el FMLN. Mientras tanto, continuaremos trabajando juntos para insistir en una urgente solución al conflicto salvadoreño”.

Baker agrega a su homólogo que saluda la decisión de la Unión Soviética de ordenar la participación de su Ejército en la realización de un inventario completo de las existencia de misiles antiaéreos en las Fuerzas Armadas sandinistas.

Días después, según informaron los medios de comunicación, los cuatro oficiales acusados de sustraer misiles tierra-aire de almacenes del EPS y de entregarlos al FMLN, aceptaron su culpabilidad ante la prensa nacional y extranjera, aduciendo que al hacerlo estaban motivados por los “principios de una causa revolucionaria”. Después fueron condenados a tres años y medio de prisión por la Auditoría Militar.

Flujo no se detuvo

El 3 de enero de 1991, la Comandancia General del FMLN declaró que los 11 salvadoreños detenidos por las autoridades nicaragüenses por tráfico de armas, no estuvieron involucrados en la transacción de misiles antiáreos para la guerrillera salvadoreña y reiteraron su decisión de seguir utilizando los cohetes tipos SAM-7 y SAM-14, entregados por ex oficiales del EPS.

La organización guerrillera salvadoreña reiteró además su decisión de seguir utilizando todo tipo de medios, incluidos misiles, mientras continuara la guerra y el gobierno de EE.UU. siguiera apoyando al Ejército de El Salvador.

Al día siguiente, el Comité de Prensa de la Fuerza Armada de El Salvador (COPREFA) denunció que el EPS, además de proporcionar misiles al FMLN, instruyó a los rebeldes en el manejo de los mismos.

El ex colaborador del General Humberto Ortega, Róger Miranda Bengoechea, señala en sus memorias que quince guerrilleros del FMLN fueron entrenados en Nicaragua para el uso de los “red eye”.

Semanas después del escándalo, el general Humberto Ortega aseguró haber tenido negociaciones con la dirigencia del FMLN y afirmó que los insurgentes estaban dispuestos a devolver los misiles SAM-7 y SAM-14 sustraídos de los almacenes del EPS por militares de esa institución militar y civiles vinculados al FMLN.

Finalmente, el FMLN entregó al gobierno de Nicaragua 17 misiles portátiles antiaéreos del tipo C-2M y C-3M (SAM-7 y SAM-14), nueve de ellos en las localidades de Perquín y Las María, El Salvador y ocho en la embajada de México en Managua, haciendo constar que 11 misiles de los 18 sustraídos al Ejército de Nicaragua fueron gastados en distintas acciones militares en El Salvador en los últimos dos meses del año pasado, reportaron los diarios de la época.

Pero las fugas no terminaron. Semanas después, el jefe del Estado Mayor General del EPS, mayor general Joaquín Cuadra, presentó ante funcionarios de ONUCA, jefes de la Policía Nacional, y la prensa nacional y extranjera, a cinco ex oficiales del EPS y un ciudadano de nacionalidad colombiana, integrantes de una red de traficantes ilegales de armas que recientemente había sustraído de almacenes del EPS 20 SAM-7 y SAM-14, 636 granadas para morteros y 39 RPG-7, que presuntamente serían vendidos a la guerrilla de Colombia.

Precisamente, Baker advierte en su carta a Shevernadze que mientras el EPS tuviera en su poder los SAM, “elementos en las Fuerzas Armadas podrían continuar suministrando clandestinamente los SAM al FMLN, a pesar de los esfuerzos del gobierno de Nicaragua por detener estas transferencias. Especialmente después del comunicado del 2 de enero (del EPS) yo continúo creyendo que la mejor manera de prevenir semejantes transferencias sería que las Fuerzas Armadas sandinistas devolvieran al gobierno soviético los misiles terrestres y antiaéreos”.

Desde entonces no se han reportado nuevas “fugas” de misiles.

Red eye recuperados a la “contra”

* Al menos diez de los misiles red Eye que el FMLN utilizó en la “ofensiva final” de 1989 fueron proveídos por el Ejército Popular Sandinista (EPS), algunos de ellos incluso de manufactura estadounidense, recuperados a la ‘contra’, confirmaron fuentes de inteligencia de la antigua Resistencia nicaragüense.

* “Los misiles que el EPS nos capturó se los enviaron al FMLN en El Salvador porque eran de mejor calidad que los soviéticos”, aseguró un renombrado comando de la Resistencia que prefirió el anonimato.

* Los red eye son misiles con un alcance de hasta 8,000 pies que son disparados a modo de bazuka desde el hombro y tienen como dispositivo una mira infrarroja que se activa con el calor que despide un medio aéreo.

* “Estos cohetes persiguen el calor de las aeronaves, fueron misiles que Estados Unidos nos entregó para equilibrar las fuerzas, cuando los soviéticos entregaron a los sandinistas los helicópteros MI-17, de mucha efectividad, de manera que los gringos nos entregaron unos 150 durante la guerra”, aseveró el antiguo comando contra.

NOTICIAS RELACIONADAS:

Ortega obligado a quitarse la máscara

Apoyo al FMLN:una carta para negociar

La “ofensiva final” vista por la CIA  

Nacionales

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí