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Daniel Ortega acompaña al Canciller soviético Edward Shevernadze, durante su visita a Nicaragua hace 11 años.

Apoyo al FMLN: una carta para negociar

EDUARDO MARENCO [email protected] A juicio de Luis Humberto Guzmán, autor del libro “Políticos en uniforme”, el apoyo sandinista a la guerrilla salvadoreña se circunscribe en el contexto de la Guerra Fría de las superpotencias (EU y URSS), que se transformó en un quid pro quo que hacía el contrapeso al accionar militar de los contras. […]

EDUARDO MARENCO [email protected]

A juicio de Luis Humberto Guzmán, autor del libro “Políticos en uniforme”, el apoyo sandinista a la guerrilla salvadoreña se circunscribe en el contexto de la Guerra Fría de las superpotencias (EU y URSS), que se transformó en un quid pro quo que hacía el contrapeso al accionar militar de los contras.

“La base de ser peones de una confrontación este-oeste no nos resolvía el problema de Centroamérica. La ayuda a la guerrilla salvadoreña era una pieza de negociación para responder al ataque que recibían los sandinistas desde Honduras, es una dinámica perversa, pero tenés que tener una pieza de intercambio, si no estás en una posición débil y pobre en la negociación”, reflexionó Guzmán, analista político y sobre asuntos militares.

Es decir, al apoyar a la guerrilla salvadoreña “el gobierno sandinista obtenía qué entregar a cambio de que Estados Unidos cesara el apoyo a la resistencia, a través del Ejército de Honduras”.

Explicó que el apoyo sandinista a la guerrilla salvadoreña “fue un tropiezo serio para la diplomacia norteamericana, porque era más fácil controlar la guerrilla en El Salvador sin el apoyo sandinista. Esto tenía su contrapartida, como era el apoyo a la resistencia a través del Ejército de Honduras, es decir, era un quid pro quo, mientras desde un gobierno establecido en Nicaragua se apoyaba la guerrilla de El Salvador; desde Honduras, un gobierno establecido apoyaba el equivalente a la guerrilla de la resistencia”.

A juicio del analista, uno de los éxitos de los sandinistas fue que el gobierno de Estados Unidos no logró “el endoso” de Europa occidental a su política exterior con relación a los conflictos de Centroamérica, lo cual fue un punto a favor del gobierno sandinista a pesar del apoyo a la guerrilla salvadoreña.

“En este conflicto, el gobierno sandinista fue exitoso, impidiendo que Europa occidental endosara la política del presidente Ronald Reagan, quien nunca recibió el apoyo europeo en su política a Centroamérica”, valoró el analista.

Agregó que un segundo éxito de los sandinistas – a nivel de política exterior- fue haberle ganado el juicio a los Estados Unidos en la Corte Internacional de La Haya, por la agresión militar a su gobierno, la cual financiaron desde Honduras.

Esquipulas abrió el camino a la paz

“El golpe final a la política norteamericana fueron los acuerdos de Esquipulas, logrados a pesar de la política de las superpotencias que eran escépticas a que esos acuerdos se cumplieran. Tanto EE.UU. y la Unión Soviética acordaron apoyar Esquipulas cuando ya era un hecho”, señaló Guzmán. “EE.UU. estuvo aislado, nunca logró el endoso de un país europeo; al igual que en América Latina, no tuvo respaldo”, valoró.

Guzmán, ex presidente de la Asamblea Nacional, señaló que “el apoyo a la guerrilla salvadoreña se dio en un contexto de la Guerra Fría, en la que tanto la Unión Soviética y Estados Unidos buscaban cómo avanzar en posiciones geopolíticas. Mientras Estados Unidos trataba de apoyar la guerrilla y subversión en Afganistán porque era un país fronterizo con la Unión Soviética, la Unión Soviética a través de Cuba trataba de apoyar el desarrollo de la subversión en centroamérica”.

La solución en Centroamérica

Una de las lecciones de los episodios de los ochenta, acotó, fue que quedara demostrado que “la solución al final a la guerra en Centroamérica no fue posible gracias a las superpotencias, ni por Estados Unidos ni por la Unión Soviética, ellos toleraron la solución que los propios centroamericanos encontramos, pero la solución a la guerra en Centroamérica fue el Plan de Paz de Esquipulas, a pesar de los norteamericanos que tenían la mentalidad en un momento de que la solución a la guerra era militar”.  

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