- “Arreglo Israel-palestinos no tocó el punto neurálgico: el estatus de Jerusalén”, dijo Emilio Alvarez
- “A lo máximo que se puede aspirar es a tregua prolongada”, sostiene el ex canciller
Alberto L. Alemán [email protected]
El problema del conflicto israelí-palestino es un problema sin solución en un tiempo cercano y lo máximo que se puede lograr a mediano plazo es una tregua prolongada, sostuvo Emilio Alvarez Montalván, analista y ex canciller.
Concluida la cumbre de Oriente Medio con un acuerdo de puntos mínimos para poner fin a la violencia de tres semanas entre israelíes y palestinos, se observará el comportamiento de los palestinos en la Franja de Gaza y Cisjordania es los próximos días para determinar el efecto real de la tregua acordada en el terreno, según analistas internacionales.
“El acuerdo entre (el primer ministro de Israel) Ehud Barak y (el líder de la Autonomía Palestina) Yasser Arafat no toca el punto neurálgico: el estatus de la mítica ciudad de Jerusalén”, la cual Israel desea retener bajo su soberanía en su totalidad, y cuya parte oriental los palestinos ven como la capital de un futuro Estado, estimó Alvarez.
En Jerusalén está el lugar más sagrado para el judaísmo, el Muro de las Lamentaciones, considerado una parte del Templo Antiguo, donde estaba el Arca de la Alianza. Y ahí mismo, a unos metros de distancia, esta la mezquita de Al Aqsa, el tercer templo más importante del Islam. Según la tradición islámica, Al Aqsa está cerca de donde el profeta Mahoma ascendió al cielo en su caballo.
“Es una situación crónica (de violencia) porque no tiene solución a corto plazo; dos partes conviven con un desarrollo económico muy desigual, ni siquiera hablamos de dos Estados”, dijo el analista Alvarez en una entrevista con LA PRENSA.
“A lo más que se puede llegar es a un tregua prolongada. Lo que queda es convivir con el problema, como sucede en Irlanda del Norte (problema entre católicos y protestantes) o en Cachemira (región disputada por la India y Paquistán).
UNA ALTERNATIVA PARA DETENER LA VIOLENCIA
A juicio del ex canciller, una alternativa posible para frenar los choques armados es el despliegue de una fuerza de distensión de tropas de las Naciones Unidas (ONU).
“Mi opinión es que si no llega la ONU con sus cascos azules a servir de intermediarios permanentes para mantener a los bandos separados, eso va a estar estallando cada cierto tiempo”.
Pero sería imprescindible que Israel acceda, lo cual no se ve en el horizonte.
Arafat llevó a la mesa de negociaciones la exigencia de crear una comisión internacional que posiblemente incluiría a Rusia, la Unión Europea y la ONU – como una forma de diluir la pesada influencia de Estados Unidos -, y que investigaría lo que llamó “un excesivo uso de la fuerza” por el Ejército israelí en los más recientes disturbios.
Barak rechazó firmemente esta demanda, alegando razones de soberanía, dijo Alvarez.
En vez de establecer una comisión de este tipo, el punto se diluyó en la cumbre, acordando las partes de que un equipo israelí, palestino y norteamericano se ocuparía de estudiar las causas de los enfrentamientos. El informe final deberá tener la aprobación del presidente estadounidense Bill Clinton.
EL REAL PROPÓSITO PALESTINO
A juicio de Alvarez, el verdadero objetivo de Arafat era lograr que dicha comisión se transformara en una fuerza de mediación permamente, con un rol como el de la ONU en Bosnia (antigua Yugoslavia), que mantendría separados a los bandos enemistados.
Este brote de violencia empezó cuando Ariel Sharon, el líder del Likud, el principal partido de derecha, en la oposición, visitó el Templo del Monte en la Explanada de las Mezquitas con un enorme aparataje de seguridad el 28 de septiembre. Los palestinos estallaron en furia ante lo que creyeron una “provocación” en un lugar para ellos también sagrado.
“Sólo EE.UU. puede apagar el fuego”
* El ex canciller Emilio Alvarez reconoce que Estados Unidos es el único país capaz de “apagar los fuegos ahí”, porque es el principal proveedor de ayuda externa para las partes involucradas, pero es incapaz de imponer un fin definitivo al conflicto de complejas raíces históricas y culturales, lo cual estaría ligado al estatus de Jerusalén.
* La existencia de más de un millón de refugiados palestinos en países vecinos y que desean regresar – a lo cual se opone Israel – y la inestabilidad de los gobiernos israelíes y del liderazgo de Arafat son asuntos que agravan el conflicto.
* “Barak anda en alitas de cucarachas porque su gobierno es de minoría, y Arafat está al frente de un federación de tribus y es muy difícil complacer a todas”, comentó Alvarez.
* El analista sostiene que los puntos aceptados por las dos partes fueron impuestos por EE.UU.
Los puntos del acuerdo
El principio de acuerdo, que deberá ser concretado en futuras reuniones las próximas semanas, se asienta en tres premisas: el cese de la violencia, la reactivación del proceso de paz y la creación de una comisión de investigación que aclare los incidentes de los últimos días.
* Será en las 48 horas siguientes cuando será posible distinguir si esta continuación de los disturbios es el resultado de la inercia de los días pasados o si revela un rechazo de los palestinos a lo decidido por sus líderes.
* Se pretende restablecer la situación de antes del estallido de la violencia: el desbloqueo por parte de Israel de los territorios ocupados, la reapertura del aeropuerto de Gaza, el restablecimiento de la paz en los territorios administrados por la Autoridad Nacional Palestina, y la retirada de las fuerzas militares israelíes a sus posiciones anteriores al pasado 28 de septiembre, día en que estalló la nueva Intifada.
* La secretaria estadounidense de Estado, Madeleine Albright, confirmó implícitamente este martes que israelíes y palestinos volverían a reunirse dentro de dos semanas en Washington, tal como lo habían indicado anteriormente fuentes oficiales jordanas.
* En la cumbre participaron también el secretario general de la ONU, Kofi Annan; el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Javier Solana; el presidente de Egipto y anfitrión, Hosni Mubarak; y el rey de Jordania, Abdalá II. (Agencias).